Los consumidores y agricultores europeos ven la sostenibilidad como una prioridad absoluta y están abiertos a tecnologías innovadoras que puedan producir alimentos más nutritivos, según revela el estudio “Sistemas alimentarios sostenibles en Europa”.
Este trabajo, encargado por Corteva Agriscience y llevado a cabo por Longitude, se basa en dos encuestas en las que participaron 600 propietarios y gerentes de explotaciones de Francia, Alemania, Italia, Rumanía, Reino Unido y Ucrania, y 2.500 consumidores de Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Polonia, Reino Unido y Ucrania.
Según este, más de dos tercios de los agricultores entrevistados tienen previsto usar productos derivados de nuevas técnicas de fitomejoramiento en los próximos cinco años, y más de la mitad de los consumidores están dispuestos a aceptar esta tecnología.
También revela que, al comprar alimentos producidos de manera sostenible, los consumidores pretenden sobre todo que se reduzcan desechos, apoyar a los pequeños agricultores y que se limite la cantidad en el uso de productos fitosanitarios sintéticos. También destaca los retos a los que se enfrentan los agricultores a la hora de aplicar prácticas más sostenibles, en concreto, las sanciones económicas que sufren.
Por otro lado, el estudio indica que más de una cuarta parte de los agricultores consideran las demandas de los consumidores como “el mayor desafío en un futuro inmediato”, dándole la misma importancia que a la presión que puedan suponer las plagas. También reconocen que la sociedad está abierta a nuevas técnicas de fitomejoramiento, como la edición genética CRISPR/Cas, y que casi nueve de cada diez consumidores creen que pagarían más por los alimentos producidos con estos métodos.
En palabras de Igor Teslenko, presidente de Corteva Agriscience, Europa, “este estudio demuestra que existe una necesidad real de una producción alimentaria más sostenible en Europa. Corteva Agriscience está bien posicionada para apoyar conversaciones bilaterales sobre agricultura sostenible, trasladando no solo la perspectiva del consumidor al agricultor, sino también la voz del agricultor al consumidor”.
“También es importante ver que los consumidores y los agricultores estén dispuestos a adoptar nuevas técnicas de fitomejoramiento con un potencial interesante para cultivar alimentos más nutritivos que puedan mejorar la vida de productores y consumidores. Los consumidores están dispuestos a pagar más por los alimentos producidos de forma sostenible y, ahora, corresponde a todas las partes interesadas, incluida la industria, intensificar los esfuerzos y mostrar también su apoyo”, añade.