La recesión económica y la moderada confianza del consumidor impulsarán la erosión de la calidad crediticia en 2020 de las empresas de bienes de consumo, según un nuevo informe de Moody’s en el que añade que espera una recuperación gradual a partir de la segunda mitad de 2020.
“Sin embargo, la recuperación de las empresas y los mercados laborales dependerá de qué tan fuerte se recupere la demanda y el gasto del consumidor”, añade la agencia, y explica que la calidad crediticia de las empresas con grado de inversión se verá menos obstaculizada por el impacto del coronavirus que la de las empresas con grado especulativo gracias a una mayor diversificación y una liquidez y perfiles comerciales más sólidos.
Asimismo, expone que la exposición al producto también será un factor clave de la calidad crediticia durante los próximos 12 a 18 meses. Así, empresas que confían en productos más discrecionales o no esenciales siguen siendo más vulnerables a la disminución de la demanda y la erosión de los ingresos. La demanda también seguirá siendo muy baja para las empresas que dependen del comercio minorista de viajes o el servicio de alimentos. Estos sectores siguen perturbados por las medidas de bloqueo y distanciamiento social y la caída generalizada de la industria de viajes.
Por otro lado, Moody’s asegura que los costes más bajos y las medidas de reducción de los mismos solo compensarán parcialmente la disminución de los ingresos y la menor eficiencia. “Aún tenemos una perspectiva estable en el sector global de productos envasados, pero hemos reducido nuestras expectativas de crecimiento de beneficios. Esperamos mayores costos y menor eficiencia a medida que los fabricantes ajustan sus instalaciones de producción. También será más difícil trasladar los costos más altos a consumidores más conscientes de los precios. Sin embargo, los menores costos de las materias primas ayudarán a respaldar los márgenes de algunas empresas”, afirma.
Por último, la agencia afirma que “el capital de trabajo debe reducirse en 2021, lo que contribuirá a la recuperación de la calidad crediticia” y explica que las mayores necesidades de capital de trabajo hasta 2020 aumentarán los índices de apalancamiento de las empresas, pero espera que esto sea temporal, con los índices de crédito restaurados a los niveles de 2019 para fines de 2021. “Las fusiones y adquisiciones podrían ayudar a compensar el menor crecimiento orgánico, pero esperamos que las empresas se concentren en preservar los balances por ahora”, concluye.