Reckitt Benckiser cerró 2020 con una facturación de 13.993 millones de libras, lo que supone un importante aumento del 8,9% respecto al ejercicio anterior. Asimismo, en términos comparables, excluyendo el impacto del tipo de cambio, las ventas se dispararon un 11,8%.
Respecto al beneficio neto atribuido, ascendió a 1.187 millones de libras, frente a las pérdidas de 3.683 millones de libras resgistradas en 2019. Este aumento tiene su origen, según ha informado la compañía británica, al fuerte incremento de sus ventas de productos de higiene.
En concreto, las ventas del negocio de higiene aumentaron un 15,6% en el conjunto del año, hasta alcanzar los 5.816 millones de libras, mientras que la facturación de la división de salud creció un 9,6%, hasta los 4.890 millones de libras (5.693 millones de euros) y las ventas del segmento de nutrición, por el contrario, se recortaron un 2%, hasta los 3.287 millones de libras.
Asimismo, las ventas online se dispararon un 56% y ahora representan alrededor del 12% de los ingresos netos del fabricante de marcas como Lysol, Harpic o Cillit Bang.
Según ha asegurado Laxman Narasimhan, consejero delegado de la firma, “en 2020 navegamos con éxito en aguas desconocidas. Estoy inmensamente agradecido con los colegas, clientes y socios que nos ayudaron a responder a los desafíos de Covid-19, aumentando la producción y mejorando la ejecución, sin dejar de estar seguros. Nuestro propósito, proteger, sanar y nutrir en la búsqueda incesante de un mundo más limpio y saludable es más relevante que nunca”.
De cara a este 2021, la compañía prevé que sus ventas aumenten entre un 0% y un 2% en cifras comparables. “Nuestro desempeño es sólido, estamos desarrollando capacidades, gestionando activamente nuestra cartera y transformando nuestra cultura. Esperamos que 2021 sea un año de mayor progreso estratégico y confiamos en que cumpliremos nuestros objetivos a mediano plazo”, ha asegurado al respecto Narasimhan.