Chocolates Trapa alcanzó en 2019 los 12 millones de euros de facturación, consolidándose así la cifra lograda en 2018. En concreto, el aumento de ventas de la marca fue de un 45% dentro del territorio nacional y cerca de un 10% en el exterior, donde cuenta ya con presencia en más de 50 países, siendo Asia y Oriente Medio sus principales mercados en la actualidad.
Así lo ha señalado la compañía, que destaca que durante estos últimos seis años ha crecido ejercicio tras ejercicio hasta casi multiplicar por diez sus volumen de ventas de 2013 (1,5 millones de euros).
Desde 2013, Chocolates Trapa cuenta con una nueva propiedad de capital 100% español, la cual ha emprendido un nuevo rumbo asentada en tres pilares fundamentales: innovación, diseño y conciencia social y medioambiental; y ha llevado a cabo una fuerte inversión, de más de 30 millones de euros hasta el momento, en la ampliación y el equipamiento de la fábrica ubicada en Palencia, en equipo humano e I+D+i.
En palabras de Gerardo Fernández Calvo, presidente y consejero delegado de Chocolates Trapa, “gracias a nuestra apuesta por la innovación, hemos conseguido ser la empresa chocolatera más moderna de España y uno de los referentes en Europa en cuanto a fórmulas y procesos de fabricación”. Las expectativas de continuar con esta línea de crecimiento sostenido han llevado a la compañía a la puesta en marcha de un nuevo plan inversor de 10 millones de euros repartidos desde 2020 hasta 2025.
Por otro lado, a lo largo de 2019, Chocolates Trapa ha actualizado y ampliado su gama para enfocarla a las exigencias del público actual, que busca disfrutar siendo respetuosos con el entorno y es cada vez más consciente de lo que ingiere, limitando el consumo de azúcares añadidos para cuidarse sin renunciar al sabor.
Así, Chocolates Trapa ha eliminado de todo su porfolio (que además no contiene gluten) las grasas hidrogenadas y los ácidos grasos trans y ha conseguido suprimir, a lo largo de 2019, el aceite de palma de todos sus productos.