El consumidor obtendrá más información de los productos alimenticios, gracias a diversas iniciativas legislativas que verán la luz en los próximos años. De hecho, “el consumidor podrá acceder a los alimentos con la información necesaria para efectuar una compra perfectamente informada”, según Jose María Ferrer, jefe del Departamento de Derecho Alimentario de AINIA.
Entre estas iniciativas destacan desde las derivadas de la “Estrategia de la granja a la mesa”; pasando por los planes del Ministerio de Consumo para 2021 y finalizando con el debate en el Parlamento Europeo para proteger las denominaciones ligadas a productos cárnicos y limitar su empleo en otros alimentos sin carne.
En concreto, según el experto de AINIA, gran parte de las medidas que se proponen en el marco de la “Estrategia de la granja a la mesa” plantean una serie de acciones para mejorar la legislación, constituyendo un reto para la seguridad alimentaria en la Unión Europea. Destacan las diversas medidas que giran alrededor del etiquetado y la información de los alimentos, tales como los perfiles nutricionales, el etiquetado nutricional, la indicación de fechas, el etiquetado para alimentos sostenibles o la indicación del origen.
Estas y otras medidas legislativas serán desarrolladas por la Unión Europea en los próximos años (2021 a 2024), y “aportarán un nuevo escenario en materia de etiquetado de los alimentos, haciendo hincapié en cuestiones como la sostenibilidad, una mejor información sobre los aspectos nutricionales y otras medidas informativas para contribuir a la reducción de desperdicio alimentario”, apunta José María Ferrer.
Por su parte, desde el Ministerio de Consumo se han propuesto medidas para desarrollar a lo largo de 2021 que inciden en el etiquetado y la información sobre los alimentos, en particular, se pretende disponer de una regulación específica de información nutricional a través de un Real Decreto relativo a la utilización voluntaria del logotipo nutricional «NUTRI-SCORE» en los productos alimenticios.
Por otra parte, Ferrer indica que “también se quieren tomar medidas relativas a la publicidad de alimentos catalogados como poco saludables, en esta línea lo que se pretende es prohibir la publicidad destinada a menores de aquellos productos alimentarios de baja calidad nutricional”. Estas medidas, de acuerdo con lo indicado por el Ministerio, deben coordinar los temas relativos al Nutri-Score y al Código PAOS.
Además de las medidas legislativas propiamente dichas, “también se pone el acento en las iniciativas para sensibilizar e informar mejor a la sociedad con el objeto de lograr una alimentación más saludable y que contribuya a la reducción, entre otros aspectos, del consumo de azúcares en España”, resume José María Ferrer.
Denominaciones vinculadas con productos cárnicos
Recientemente en el Parlamento Europeo se ha debatido la revisión del reglamento sobre organización común de mercados (Reglamento 1308/2013) sobre el etiquetado de aquellos alimentos que no incorporan carne y que hasta el momento están utilizando denominaciones asociadas por el consumidor con productos cárnicos, el ejemplo que se presenta con mayor frecuencia es el de las denominadas “hamburguesas vegetales”.
En concreto, el pleno del Parlamento Europeo rechazó el pasado viernes una enmienda que quería prohibir que tanto las hamburguesas como los escalopes, el embutido o los filetes vegetales o vegetarianos pudieran utilizar estos nombres a pesar de que no contengan carne.
En concreto, los eurodiputados han rechazado esta enmienda incluida en los reglamentos de la Política Agrícola Común (PAC) y que reclamaba que los nombres relacionados con la carne y los términos y denominaciones de venta para designar la carne, los trozos de carne y los productos cárnicos “se reservaran exclusivamente para las partes comestibles de animales y los productos que contengan carne”.
Por otro lado, la Eurocámara sí que ha aprobado otra enmienda que amplía las restricciones ya existentes a las denominaciones comerciales de los sucedáneos vegetales de los lácteos. De este modo, rechaza el uso de expresiones como “producto vegetal de estilo yogur” o “alternativa al queso”.