En términos generales, la producción de papel y cartón en España se ha mantenido en un rango de estabilidad desde 2010, en torno los 6,2 millones de toneladas, siendo 2021 un año extraordinario al alcanzar los 6,7 millones. Sin embargo, 2022 cerró con 6,3 millones de toneladas, lo que supone un descenso del 4,7% respecto al año anterior.
Pero además, según datos adelantados por Aspapel acumulados a marzo 2023, la producción de papel y cartón en España anota una caída del 7,7% hasta las 1.533,1 mil toneladas, comparada con las 1.661,1 mil toneladas producidas hasta marzo de 2021. Así lo recoge Solunion en un informe en el que señala que “si analizamos la evolución mensual, observamos un cambio de tendencia desde julio de 2022, con una caída acumulada en el segundo semestre del 10,7%, comparado con el segundo semestre de 2021”.
“Los márgenes del sector papelero en España se han visto erosionados por los elevados costes energéticos, de las materias primas y del transporte en un entorno de costes inflacionarios sin precedentes”, indica Andrea Ferrer, Analista de Riesgos Senior de Solunion España y autora del informe, que añade que, “en este contexto, las empresas han tenido que facturar mucho más para llegar al mismo Ebitda que el año anterior”.
En el caso de Europa, y según datos estadísticos de CEPI (Confederation of European Paper Industries), el sector de papel y cartón se ha comportado de manera muy similar a España. La producción ha descendido un 5,9% en 2022, impactada por los altos costes energéticos, lo que ha obligado a muchas empresas a realizar paradas puntuales en fábricas. No obstante, el descenso de la producción se ha observado también en los principales países productores mundiales (EE. UU., Canadá, Japón, Corea de Sur…), anotando reducciones de entre -0,5% y -3,5%.
Respecto a los dos primeros meses del año, los datos de España se comportan mejor que los de Europa, con un descenso medio del 15,7% según datos de CEPI. Grandes productores como Francia y Alemania sufren caídas de en torno al 20% respecto a los dos primeros meses de 2022.
“Estos datos confirman la tendencia a la baja observada desde el segundo semestre de 2022, impactada por los altos costes energéticos e inflacionarios, así como por la disminución progresiva de una demanda que se comportó más fuerte de lo esperado en el primer semestre, y donde también podrían incidir los procesos de desestocaje en curso, ejecutados por las empresas del sector en un escenario económico como el actual”, señala Ferrer.
Por su parte, el consumo en 2022 se ha incrementado un 1,8%. Todos los tipos de papel crecen, exceptuando los de papeles para cartón ondulado (-2,6%) y papeles especiales (-9,3%). Esta tendencia mantiene la senda positiva del periodo 2014-2022 (salvo el descenso registrado en 2020 a causa de la pandemia), que se tradujo en la recuperación de un millón de toneladas de los 1,8 millones perdidos entre 2006-2013.