La IGP Carne de Ávila se enfrente a una serie de retos como sequías, enfermedades emergentes y altos costes de producción. No obstante, a pesar de estos desafíos que generan problemas en la producción y en el desarrollo de la comercialización “hemos podido desarrollar en la IGP Carne de Ávila una fuerte voluntad e ilusión en mantener la producción e incluso abrir nuevos cauces de comercialización, más vinculado al consumidor final”, según explica Pedro L. Herraiz, representante de la IGP Carne de Ávila.
Herráiz señala en una entrevista exclusiva a la Revisita Digital de Financial Food que los ganaderos han afrontado estas adversidades “con una fuerte voluntad de que este modelo de ganadería extensiva y autóctona merece la pena, es económicamente viable y genera un modo de producir y estar en el sector muy satisfactorio”.
Por otro lado, explica que “la distribución es un pilar de la comercialización de los productos amparados. El Consejo Regulador colabora en la promoción en esos puntos de venta, sin embargo, no creemos que la distribución juegue un papel en el crecimiento de la IGP Carne de Ávila, es una oportunidad”.
A este respecto señala como medidas que podrían ayudar a mejorar el mercado “apoyar la labor del productor, valorar de verdad esta forma de producir, raza autóctona, sistema extensivo, ganado adaptado al medio en el que se encuentra, fértil, longevo, que se mantienen en terrenos pobres o de ninguna otra aptitud, sostenible y medioambientalmente muy beneficioso, que genera renta en el medio rural y por tanto impide la despoblación. Es decir, acceder a los apoyos que nos prometió Europa, España y el PEPAC, no solo las limosnas”.
La IGP Carne de Ávila destaca por su modelo de producción ética y sostenible. No obstante, esta apuesta no está siendo reconocida por los consumidores. “Creo que debemos reconocer que no hemos sido capaces de decir al consumidor que hay detrás de nuestra Carne de Ávila, la trashumancia, las dehesas y sierras, las reservas naturales, y personas maravillosas que cuidan de su tierra de su territorio y de sus ganados, con sabiduría y amor, mucho amor”, destaca el representante de la IGP.
En cuanto a la disminución del consumo de carne, Herráiz destaca que “en una situación económica como la actual en la que el poder adquisitivo es cada vez más bajo, lo lógico es renunciar a algunas cosas. Nuestra estrategia es dar a conocer que es lo que hay detrás de nuestra Carne de Ávila, eso no cambia. No ha habido disminución de consumo, lo que no hay es suficiente producto amparado, mejorando la calidad de nuestro producto y que sea objetivamente así”.
Puedes leer la entrevista completa en el número de febrero de nuestra Revista Digital.