La startup Buo cambia su modelo de negocio, dejando atrás la compra en grupo para convertirse en el primer supermercado online de excedentes. Con esta nueva estrategia, la empresa busca dar salida a miles de alimentos y productos que, de otra manera, serían desperdiciados.
Con la aplicación, los más de 2.500 clientes recurrentes de Buo, pueden ahorrar significativamente en sus compras con descuentos en la cesta de la compra de hasta el 80%, lo que supone de media entre 120 y 200 euros al mes. Este ahorro puede suponer un importante alivio frente a las constantes subidas del IPC, señala la startup.
La diferencia con la propuesta anterior de la compañía es que no es necesario realizar compras en grupo para poder beneficiarse de grandes descuentos en los productos y alimentos. El ahorro que Buo consigue se debe a la venta online de excedentes de stock o surtidos irregulares perfectamente aptos para la venta pero que si no fuera por su intervención serían desperdiciados.
Los motivos que impiden la venta de estos productos en supermercados tradicionales y eventualmente llevan al desperdicio son muy diversos: desde productos de caducidad corta, cambios en el mercado o la formulación, errores de presentación, stock sobrante de productos estacionales, etc. La misión de la compañía es “salvar” estos alimentos y productos que de habitual encontraríamos en cualquier supermercado físico, pero que por los motivos mencionados no pueden llegar a sus estanterías.
El salto de la compra colectiva a los productos “salvados”
La startup Buo nació a principios de 2022 con la misión de ayudar al consumidor a ahorrar en un contexto de imparable inflación. Sus fundadores, Ruben Vilar, CTO de Buo, Carlos Costa y Borja Solé, co-CEOs, investigaron varios modelos y hábitos de consumo antes de decidir implementar en España el sistema de compra colectiva, el cual ha demostrado ser muy efectivo en otros países.
No obstante, “trasladar el modelo de compras grupales a nuestro país fue complicado para la startup porque los consumidores no acababan de conectar con este funcionamiento”, explica Buo, que señala que buscando nuevas formas de sintonizar con los consumidores para ayudarlos a ahorrar, se toparon con una impactante cifra: antes de que lleguen al supermercado, un tercio de la producción anual se desperdicia. Fue de esta manera que decidieron adoptar un modelo de supermercado de excedentes.
“Además de ser necesario, vimos que resultaba mucho más atractivo con los consumidores de hoy en día porque está más alineado con sus valores”, apunta Borja Solé. Según el joven empresario, de todo este viaje en el mundo del emprendimiento “nos llevamos el aprendizaje de que no todo sale bien a la primera, pero lo importante es que hemos sabido adaptarnos al mercado y a las necesidades de nuestros clientes. Y esta vez con un valor añadido: ayudar a combatir el desperdicio alimentario. Hoy tenemos una solución que gusta a la gente, pero seguimos teniendo esa responsabilidad de romper con costumbres tan asentadas como la de ir a hacer la compra”.
Buo se diferencia de otras compañías con iniciativas parecidas dado que su contribución a la reducción del desperdicio se lleva a cabo en la fase previa a la llegada de productos a los supermercados o comercios, es decir, mediante alianzas con productores. Otras iniciativas, en cambio, lo hacen en una fase posterior, dando salida a los productos que las tiendas no han podido vender. Según señala Solé, el enfoque de Buo sería mucho más efectivo medioambientalmente “ya que tal y como demuestran los datos, el 79% del desperdicio alimentario no sucede en los supermercados sino en la fase previa, en el nivel de grandes players de producción y distribución”.
Por otro lado, también se diferencian por el hecho de que son un anti-quick commerce. El modelo de negocio de Buo aboga por una compra planificada, bajos costes logísticos y una alta recurrencia y retención de sus clientes. Las ofertas en los productos junto con los bajos costes logísticos conlleva que no exista una barrera de entrada gigante para quienes tienen menos poder adquisitivo.
Una solución de impacto positivo y ahorro para las familias
Según los últimos datos facilitados por la compañía, el usuario promedio de Buo son personas de entre 35 y 54 años y familias jóvenes interesadas en ahorrar lo máximo posible en sus compras. Además, el 55% de sus clientes nunca antes había hecho su compra de forma online, lo que significa que Buo, además de ser una herramienta que permite ahorrar un 35% de media en la cesta de la compra, también se está convirtiendo en un factor de digitalización, modernización y concienciación de los hábitos de consumo de una gran parte de la población.
Por ahora solo operan en algunas zonas del Área Metropolitana de Barcelona, pero planean crecer y expandirse por otras ciudades a lo largo del año. Aunque su radio de actuación todavía es pequeño, el impacto ambiental que generan es muy significativo. Y es que en tan solo dos meses de lo que llevamos de año, Buo ha logrado rescatar 108.000 kilogramos de productos, lo que representa una contribución significativa a la reducción del desperdicio de alimentos.