Aimplas, Instituto Tecnológico del Plástico, ha cerrado el ejercicio 2019 con unos ingresos de 13,3 millones de euros que representan un crecimiento del 14% respecto al año anterior. En 2019 el centro tecnológico también ha avanzado en materia de Responsabilidad Social Empresarial al verificar con GRI su memoria de sostenibilidad y calcular el retorno social de su inversión (SROI), según el cual, por cada euro invertido se reportaron 7,2 euros a la sociedad.
Además, en 2019 se inició la construcción de una nueva nave destinada a procesos químicos para la obtención de materiales poliméricos, uso de CO2 como fuente de carbono alternativa, reciclado químico y salud. Esta instalación de 1500 metros cuadrados ha sido el primer edificio de laboratorios en España en conseguir la certificación de construcción sostenible Breeam.
En concreto, los 13,3 millones de euros de ingresos de 2019 correspondieron en un 73% a un total de 226 proyectos de I+D+i ejecutados de los cuales 62 fueron de carácter internacional. En total, 493 empresas (298 de ellas pymes) participaron en estos proyectos y obtuvieron un retorno en ayudas directas para la financiación de sus actividades de I+D+i de 30,8 millones de euros. Por sectores, el 34% eran empresas del sector del envase y embalaje, el 19% de reciclado, el 15% de la automoción y el transporte, un 10% de la construcción, el 8% del sector salud, un 5% del eléctrico- electrónico, el 4% del sector agrícola y un 2% del aeronáutico.
El resto de los ingresos del centro en 2019 correspondieron en un 20% a los 6.094 servicios y asesoramientos realizados, en un 5% a actividades de formación (183 cursos y jornadas que sumaron 3195 horas y a los que asistieron cerca de 2800 profesionales de 1226 empresas).
Todos estos datos económicos, junto con otros de carácter medioambiental y social, han sido recogidos este año en la que ya es su tercera memoria de sostenibilidad y que por primera vez ha sido verificada por GRI. En 2016, Aimplas tomó la decisión de adherirse al Pacto Global de las Naciones Unidas y desde entonces reporta sobre sus acciones de RSE alineadas con sus diez principios en materia de derechos humanos, derechos laborales, medioambientales y de lucha contra la corrupción. En 2019, el centro da un paso más y se convierte en el primer centro tecnológico español en rendir cuentas de acuerdo con los estándares GRI (Global Reporting Initiative) una entidad independiente pionera en la presentación de informes y la referencia a nivel internacional en lo que se refiere a memorias de sostenibilidad.
Sostenibilidad medioambiental
La Economía Circular ha estado muy presente durante todo 2019 en la actividad del centro tecnológico, que presentó más de 80 proyectos de I+D+i y participó en un total de 28 eventos relacionados con la temática. Además, se impartieron 25 cursos y se organizaron cuatro jornadas a las que asistieron más de 500 personas. En el apartado de servicios tecnológicos, se puso en marcha un nuevo servicio de diagnóstico que permite implementar este tipo de estrategias en las empresas. Además, se amplió el número de ensayos acreditados por ENAC para plásticos reciclados y se pasó a contar con un investigador como auditor experto acreditado por EuCertPlast para realizar las auditorías a las que deben someterse las empresas recicladoras para obtener esta certificación.
La sostenibilidad medioambiental ha sido la protagonista incluso en las inversiones del centro en nuevas instalaciones como en la construcción de una nueva nave de 1.500 metros cuadrados que eleva a 10.500 metros su superficie construida (6000 metros cuadrados de plantas piloto y 4.500 metros cuadrados de laboratorios). Se trata de una instalación que permite duplicar la capacidad de síntesis de polímeros gracias a una planta piloto con capacidad de 50 litros (nivel preindustrial) y que incluye una sala blanca para seguir potenciando la investigación en campos como la salud, la plastrónica o el sector aeroespacial. La nueva nave se ha certificado medioambientalmente según la metodología Breeam que avala su sostenibilidad y la convierte en el primer edificio de laboratorios español en contar con este certificado.