Las tiendas pop-up, ubicadas en puntos estratégicos de alta concurrencia, buscan aprovechar al máximo el incremento en el consumo minorista que se produce durante diciembre. Gerard Marcet, socio fundador de la consultora Laborde Marcet, señala que estos locales “abren durante un periodo máximo de dos meses” para capitalizar la temporada de compras.
El auge de estas tiendas coincide con un aumento del 1,8% en la ocupación del comercio minorista en su tasa anual, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Marcet explica que diciembre registra un ligero incremento en la apertura de locales comerciales, aunque limitado a contratos de corta duración.
Pese a la actividad comercial de diciembre, los primeros meses del año son considerados óptimos para la búsqueda de locales por parte de los inversores. Según Marcet, «enero y febrero son buenos momentos para encontrar establecimientos en zonas de alta demanda bajo condiciones económicas favorables».
Sin embargo, enero no es ideal para abrir nuevos comercios. El experto detalla que factores como el alto gasto navideño, la temporada de devoluciones y la conocida “cuesta de enero” generan un descenso en las ventas, incluso con el inicio de las rebajas. “El aumento del consumo en estas fechas son días puntuales; después llega un ligero parón”, concluye.
De cara al próximo año, el sector comercial se prepara para nuevas dinámicas en el consumo y la ocupación de locales. Las tiendas pop-up seguirán siendo una herramienta clave para capitalizar momentos específicos del calendario, mientras los inversores se enfocan en identificar oportunidades estratégicas para un crecimiento sostenido.