La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) considera insuficiente la normativa existente relacionada con el origen de los alimentos ya que carece de detalles sobre la procedencia de gran parte de los alimentos. Además, en numerosos de sus estudios “los consumidores manifiestan mayoritariamente su voluntad de saber de dónde vienen los alimentos que compran, así como de donde viene el ingrediente principal de los mismos”, asegura la entidad.
“La indicación del origen es obligatoria en todos tipo de alimentos frescos, frutas verduras, huevos, carnes y pescados, y también en algunos otros alimentos como aceite o la miel, sin embargo, para otros alimentos la indicación del lugar de origen solo es obligatoria cuando al omitirla puede llevar a confusión al consumidor, cuando la procedencia del ingrediente primario difiere del lugar de fabricación del producto o cuando exista alguna seña que pueda insinuar que su origen difiere del real”, explica la OCU.
La norma indica cómo debe señalarse esta información, el tamaño de letra, el origen ya sea “UE”, “fuera UE” o “UE y fuera de UE”, país de origen, región, zona geográfica, etc. “pero estas indicaciones pueden ser muy vagas”, lo que “sitúa al consumidor en una posición de vulnerabilidad ante la falta de información o información poco clara”. Para poder poner esto de manifiesto OCU ha realizado una pequeña prospección para analizar el etiquetado de algunos alimentos.
Si bien es cierto que no ha encontrado ninguno que incumpla la ley, se ha encontrado etiquetados que no son precisamente óptimos. OCU considera que el objetivo último de la ley debería ser que el consumidor tenga la información necesaria para realizar una compra responsable con información exacta, accesible y en la que las diferencias entre el origen de la materia prima, el envasado y procesado estén claros.
Por ello, la organización de consumidores pide que se restrinja el uso de indicaciones tan vagas como “UE y fuera UE” o la zona FAO, que con un dígito se indica el mar o el océano de procedencia del producto; si el producto tiene más de un origen, se indique el porcentaje que corresponda a cada país o región; se eliminen ambigüedades como “El ingrediente primario no es originario del lugar de procedencia del alimento”.