Nestlé ha registrado en el conjunto del año 2020 unas ventas absolutas de 84.343 millones de francos suizos, lo que supone una reducción del 8,9% respecto al ejercicio anterior, según ha informado la multinacional suiza en un comunicado, en el que también destaca que en términos orgánicos las ventas han crecido un 3,6%.
Asimismo, su beneficio neto atribuido ascendió a 12.232 millones de francos suizos, 3% menos que en 2019.
Por zonas geográficas, la facturación en América se contraje un 10% hasta los 34.000 millones de francos suizos, mientras que en Europa, Oriente Próximo y Norte de África (EMENA) las ventas disminuyeron un 6%, hasta los 20.200 millones de francos suizos y en Asia y Oceanía cayeron un 6,3% hasta los 20.700 millones de francos.
La compañía ha señalado también que las desinversiones disminuyeron las ventas en un 4,6%, en gran parte relacionadas con la desinversión de Nestlé Skin Health, el negocio de helados de Estados Unidos y el negocio de embutidos de Herta.
Sobre estos resultados, Mark Schneider, consejero delegado de Nestlé, ha afirmado que «2020 fue un año de dificultades para muchos”. No obstante, “en este entorno sin precedentes, logramos nuestro tercer año consecutivo de mejora en el crecimiento orgánico, la rentabilidad y el retorno del capital invertido”.
“La pandemia mundial no nos detuvo. Nuestra experiencia en nutrición, capacidades digitales, estructura descentralizada y motor de innovación nos permitieron adaptarnos rápidamente a los cambios en los comportamientos y tendencias de los consumidores. Avanzamos en la transformación de nuestra cartera, continuamos convirtiendo Nestlé Health Science en una potencia nutricional y expandimos nuestra presencia en negocios directos al consumidor”, ha añadido.
De cara al 2021, Schneider ha asegurado que espera “una mejora continua en el crecimiento orgánico, la rentabilidad y la eficiencia del capital en línea con nuestro modelo de creación de valor».