Nestlé ha registrado en los seis primeros meses del año un beneficio neto de 5.900 millones de francos suizo, lo que supone un incremento del 18,3% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, a pesar de las caídas en las ventas por el Covid-19.
En concreto, según ha señalado la multinacional en un comunicado, las desinversiones y divisas redujeron las ventas en un 12,3%. Así, las ventas totales reportadas disminuyeron en un 9,5% hasta los 41.200 millones de francos suizos, frente a los 45.500 millones del mismo periodo de 2019.
En términos orgánicos, las ventas disminuyeron un 1,3% en el segundo trimestre, recuperándose así respecto a la caída del 4,3% registrada en el primer trimestre. Esta mejora se debió al impulso sostenido en las Américas, Purina PetCare y Nestlé Health Science.
Según ha detallado la compañía, está explorando opciones estratégicas, incluida una posible venta, para partes del negocio de Waters en América del Norte y los negocios de leche de maní y papillas de arroz enlatado de Yinlu en China. Nestlé también completó la venta de una participación del 60% en el negocio de embutidos Herta (embutidos y productos a base de carne) a Casa Tarradellas.
De cara a final de año, la empresa ha estima un crecimiento de las ventas orgánicas de entre el 2% y 3%.
Tal y como ha señalado Mark Schneider, CEO de Nestlé, la compañía “se ha mantenido resistente en un entorno que cambia rápidamente, generando un sólido crecimiento orgánico y mejores márgenes en la primera mitad. Estos resultados demuestran la agilidad de nuestro negocio y la solidez de nuestra cartera diversificada en geografías, categorías de productos y canales. Con el comportamiento del consumidor evolucionando más rápido que nunca, nos estamos adaptando a esta nueva realidad al fortalecer nuestra innovación, aprovechar nuestras capacidades digitales y ejecutar con rapidez”.