Los consumidores europeos están reduciendo el coste de su cesta de la compra, bien porque compran menos o porque cambian a una marca más barata, ante la fuerte subida de precios que se está produciendo en toda Europa. De este modo, los consumidores están reaccionando al aumento de los precios reduciendo los costes donde pueden, comprando menos, adquiriendo marcas de menor valor añadido o en cadenas más baratas.
En concreto, casi cuatro de cada 10 consumidores (37%) aseguran que están comprando menos carne roja, mientras que un tercio está comprando menos pescado y aves (33%, respectivamente), según el estudio Cambios en el comportamiento alimentario en tiempos de crisis, elaborado por un consorcio de universidades líderes en Europa.
Los compradores también están recortando por completo ciertas categorías para ahorrar dinero, ya que uno de cada 10 consumidores (12%) ha dejado de comprar alimentos precocinados por completo y el 10% ha dejado de comprar bebidas alcohólicas. Para reducir los costes de los cereales y los productos lácteos, un tercio de los consumidores dicen que han pasado a comprar una marca más barata (35% y 33%, respectivamente).
El estudio revela que los consumidores han sentido profundamente los efectos del aumento de los precios y que se ha observado este aumento en la mayoría de las categorías de alimentos. De hecho, los aumentos de precios percibidos más pronunciados son los de los productos de origen animal: el 55% de los consumidores afirma haber visto un aumento significativo de los precios de la carne roja, el 52% del pescado y el 51% de los productos lácteos.
Además, casi la mitad de los europeos piensa que estos costes se están distribuyendo injustamente y el 48% de los encuestados cree que la guerra ha permitido que los minoristas y fabricantes de alimentos obtengan más ganancias.
Por otro lado, el estudio revela que la mayoría de los consumidores europeos (53%) están muy preocupados por la escasez de alimentos. La mitad de los consumidores encuestados (55%) piensa que la guerra en Ucrania y los efectos económicos y de la cadena de suministro subsiguientes han hecho que la producción de alimentos sea más vulnerable, mientras que el 54% piensa que la guerra es el principal motivo del aumento de los precios de los alimentos en Europa.
Además de los comportamientos de ahorro de costes, los consumidores de toda Europa también están tomando decisiones de compra más deliberadas. Más de la mitad dice que ahora está revisando los precios más que antes de la pandemia, un aumento del 31% en 2020.
Mientras tanto, cuatro de cada 10 (41%) dicen que están haciendo menos compras no planificadas que antes, frente al 26% en 2020. Cuatro de cada 10 también verifican las fechas de caducidad (40%) o usan etiquetas para comparar productos (39%).