Tanto en las lonjas, como en los mercas y las pescaderías se va imponiendo la venta por teléfono y online, lo que ha disparado el reparto a domicilio, mientras se recupera algo la venta directa. De hecho, por término medio, las ventas físicas en tienda representan el 25% frente al 75% de las ventas a domicilio.
Así lo señalan la Federación Nacional de Asociaciones Provinciales de Empresarios Detallistas de Pescados y Productos Congelados, Fedepesca, y la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, FNCP, que se han unido al Comité de Crisis del sector pesquero español, impulsado desde la Confederación Española de Pesca (Cepesca), y que han realizado un balance de la situación el sector en el que destacan que una vez recabada la información de las distintas flotas, cofradías, mercados y minoristas, concluyen que en torno al 50% de los barcos y tripulaciones, así como prácticamente la totalidad del sector de la distribución siguen en activo.
“La operatividad de pescadores, lonjas y mercas, mayoristas, transportistas y minoristas, confirma que no hay problema de abastecimiento de pescado ni, salvo de algunas especies muy concretas y puntuales, se prevé que lo haya, a lo que contribuyen, junto a la pesca en fresco, las existencias de mercancía congelada”, señalan y recuerdan que los grandes mercas provinciales permanecen abiertos y activos, al igual que las principales lonjas de todo el país, si bien es cierto que las afectadas por las flotas que han parado en Mediterráneo y Cantábrico sí han cerrado.
“Aun así, la distribución de pescado a tiendas minoristas y mercados se mantiene prácticamente de la manera habitual”, afirman y destacan que “el comercio especializado ha realizado un gran esfuerzo para potenciar la venta online, por teléfono y whatsapp y distribuirlo a domicilio para facilitar el consumo de productos pesqueros frescos”.
Respecto a los precios, recuerdan que inicialmente, con el cierre del canal Horeca y la desaparición del turismo, los precios de los mariscos y pescados que van principalmente a restaurantes, como puede ser el besugo, se hundieron, cayendo más del 70%. Estos precios todavía no se han recuperado, al continuar la demanda muy baja.
Sin embargo, respecto a los pescados más habituales de consumo doméstico capturados por la flota de bajura, los precios en primera venta que inicialmente bajaron mucho (en torno al 50% de media), se van recuperando un poco y se están manteniendo relativamente estables por la reducción de la oferta provocada por disminución del número de buques que siguen pescando, a pesar de que el número de compradores en lonja también se ha reducido.
“Respecto al punto de venta final, también en las pescaderías tradicionales de las distintas comunidades autónomas se adaptan los precios en función a los precios en origen y en los mercados mayoristas, que se fijan diariamente en función de oferta y demanda. En las grandes superficies se constata una reducción de la venta de los productos altamente perecederos, como el pescado, pero en el canal tradicional el pescado fresco mantiene sus niveles de venta al consumidor final”, explican.
Por último, destacan que la merluza fresca, en distintos tamaños, se confirma como el pescado más demandado de la cuarentena. Esta especie lidera las ventas, seguida por rape, gallo, lubina, caballa, pescadilla, dorada y salmón. Las especies peor paradas son las habituales del sector de la restauración, como el besugo y los mariscos, concluyen.