En 2024, las ventas de alimentación aumentaron por primera vez desde 2020 en términos reales (ajustados a la inflación). En concreto, según los datos del informe “El Estado del Comercio Minorista de Alimentos en Europa 2025, publicado por McKinsey & Company y EuroCommerce”, que analiza exhaustivamente las tendencias clave que definirán el sector de la alimentación en 2025 y más adelante, las ventas de alimentación crecieron un 2,4% en Europa, ligeramente por encima de la tasa de inflación de los precios de los alimentos que fue del 2,3%.
Comparado con el 2019, las ventas reales han retrocedido un 4,1% mientras que el precio de los alimentos se ha disparado un 31,9%. Además, la cuota de valor de la marca privada ha aumentado un 4,1% y la penetración de las tiendas de alimentación online ha crecido 1,6 puntos.
El trabajo también destaca que 2024 fue un año difícil para los supermercados europeos. La presión económica persistió, lo que provocó un comportamiento cauteloso del consumidor y una moderación del gasto. Las tiendas de descuento y las marcas blancas continuaron ganando cuota de mercado, aunque a un ritmo mucho menor que en 2023.
El 25% de los consumidores optó por opciones más caras en 2024 y existe un creciente interés por opciones saludables. Al mismo tiempo, un número similar de consumidores optó por opciones más económicas, lo que resultó en una estabilización tras dos años de fuerte caída de precios.
El informe se basa en entrevistas con cuatro directores ejecutivos de empresas de alimentación, una encuesta a más de 30 directores ejecutivos europeos y una encuesta a más de 14.000 consumidores en 13 países europeos y revela que, aunque se prevé que el crecimiento general del volumen se mantenga bajo en 2025 y hasta 2030, se observan indicios de recuperación en algunos mercados.
Así, se prevé que los supermercados centren su atención en aprovechar las oportunidades de crecimiento y sentar las bases para futuros avances. A pesar de la continua presión sobre los costes y los márgenes, los directores ejecutivos del sector de la alimentación se muestran ligeramente más optimistas que en 2024.
Al igual que todas las investigaciones para el informe, la encuesta a directores ejecutivos se realizó antes de que la inminente introducción de nuevos aranceles y restricciones comerciales aumentara la incertidumbre en el sector. Por ello, ahora se prevé que los próximos años sigan siendo desafiantes.
Daniel Läubli, director global de Comercio Minorista de Alimentación en McKinsey, afirmó al respecto que “el volumen está creciendo de nuevo y algunos consumidores están dispuestos a mejorar su oferta. Mientras tanto, la presión de los costes sigue siendo alta, y muchos compradores se muestran cautelosos ante la persistencia de la presión económica. Vemos cuatro prioridades estratégicas para los minoristas de alimentación en 2025: redoblar la apuesta por los nichos de crecimiento, aumentar la eficiencia, conectar con el consumidor del futuro y aprovechar la IA como generador de valor”.
Por su parte, Christel Delberghe, directora general de EuroCommerce, señaló que “en un entorno incierto marcado por las presiones geopolíticas, la inflación y el aumento de los costes energéticos, la rentabilidad es fundamental. Poder aprovechar el Mercado Único para ampliar su alcance y aprovechar las nuevas oportunidades que ofrecen las empresas preocupadas por la salud, o la búsqueda de experiencias más personalizadas que busca la próxima generación de consumidores, son algunos de los factores clave para afrontar estos desafíos y prosperar”.
Auge de la marca blanca
En primer lugar el informe destaca que las marcas blancas ganaron una cuota de mercado adicional en 2024, y el 84% de los consumidores afirma que seguirá comprando productos de marca blanca incluso si aumenta su poder adquisitivo. De este modo, los supermercados posicionan cada vez más sus marcas propias no solo como alternativas más económicas, sino como alternativas diferenciadas a las marcas líderes.
Por otro lado, la demanda de opciones saludables y alimentos funcionales está en aumento, especialmente entre los miembros de la Generación Z. Esta generación no solo tiene la mayor intención (45%) de centrarse en una nutrición saludable entre todos los grupos, sino que también registra el mayor crecimiento como grupo de compradores.
Otra tendencia que releva el informe es que más de la mitad de los compradores afirman que probablemente se convertirán en compradores recurrentes después de una experiencia personalizada, y la personalización tiene el potencial de impulsar un aumento del 4% al 6% en los ingresos y la retención. “Cada vez más, los supermercados utilizan la IA para personalizar la experiencia de compra”, señala.
Para conmemorar el quinto aniversario de la publicación, la edición 2025 de El Estado del Comercio Minorista de Alimentos incluye un análisis basado en datos de las cadenas de alimentación europeas con mejor rendimiento en los últimos cinco años. Las cadenas líderes en crecimiento suelen lograr un crecimiento cinco veces más rápido en ingresos por metro cuadrado que otras cadenas.
En concreto, señala que en los últimos cinco años, hubo más cadenas líderes en crecimiento entre las tiendas de descuento (41% del total) que entre los supermercados e hipermercados (28%). Así, los discount crecieron un 2,7% y la compra online un 2,1%, mientras que las tiendas tradicionales cayeron un 2,4%, los hipermercados un 2,2% y los supermercado un 0,1%.
En este sentido, las prácticas que más influyeron en la probabilidad de ser una cadena líder en crecimiento fueron una alta proporción de marcas blancas (2,8 veces mayor), una experiencia agradable en tienda (2,4), una excelente calidad del producto (1,6) y los precios más bajos (1,5).