Las enseñas de fabricante, representadas en Promarca, la asociación que engloba a fabricantes de marcas líderes de alimentación, bebidas, cuidado personal y droguería de España, reafirman su compromiso con la España vaciada donde se encuentran el 40% de sus fábricas.
Así, Ignacio Larracoechea, presidente de Promarca, explica que “el compromiso de las marcas de fabricante con España rural es incuestionable: el 30% de las plantas de las compañías asociadas a Promarca están ubicadas en municipios de menos de 10.000 habitantes. Si nos vamos a los municipios de alrededor de 20.000, estamos hablando ya del 40%. Esta capilaridad por toda la geografía española es vital para evitar un vaciamiento rural aún más grave que acarrearía consecuencias socioeconómicas y medioambientales desastrosas”.
Larracoechea, que ha hecho estas declaraciones durante la II Jornada Impulso de las Marcas por la España Vaciada, asegura que “las zonas rurales de España son una fuente de riqueza en nuestro país. Promarca trabaja para poner en valor la apuesta de estas empresas, que no han dejado de apoyar a estos pueblos”.
En concreto, en España, hay 35 plantas de producción en cientos de localidades de la España vaciada, dando trabajo a 17.000 personas. De este modo, la presencia de las enseñas en los pueblos de la España rural crea un vínculo emocional con sus empleados, al ser su fuente de trabajo de toda la vida y, al mismo tiempo, elaborar los productos que se han consumido desde siempre en sus familias.
Además, la inversión de las marcas en estas zonas contribuye a evitar que el abandono rural sea aún más grave en España. Este compromiso es esencial para aquellos pueblos alejados de los principales focos de población y cuyos habitantes no lo tienen fácil para desplazarse a diario a otras localidades.
Las compañías que deciden instalarse en una pequeña localidad cuentan con ventajas como una mayor cercanía a los ingredientes necesarios para la elaboración de sus productos, así como de unos menores costes: de eficiencia, pero también de vida, lo que a su vez repercute en el bienestar de los trabajadores. Y tampoco cabe olvidar el impacto positivo que conlleva la involucración de las empresas en la zona, las cuales ejercen de motor y dinamizador de la vida de esos pueblos.
En este sentido, Javier Roza, director general de Mantequerías Arias, asegura que “la existencia de Mantequerías Arias desde 1848 siempre ha estado ligada irreversiblemente a los entornos rurales, ya que la materia prima láctea de máxima frescura es el origen de la calidad superior de nuestros quesos y mantequillas. Por ello nuestras fábricas están próximas a nuestros productores y ambos contribuimos a que sea viable trabajar y vivir en zonas de España de muy poca densidad poblacional. Uno de los pilares de nuestro programa de RSE ‘Oxygen’ es ayudar a desarrollar una producción primaria sostenible, tanto medioambientalmente como económicamente, ya que sin profesionales que produzcan leche de forma adecuada (y eso hay que hacerlo en los pueblos), los consumidores no podrían tener a su disposición nuestros productos y no existiríamos como empresa”.
Por su parte, Vanessa Prats, vicepresidenta y directora General de P&G, ha destacado que “en P&G creemos en el enorme potencial de las zonas rurales para aportar soluciones en el gran reto de la sostenibilidad”. “Poner en valor ese potencial, mientras contribuimos al desarrollo social y económico del entorno rural es un claro exponente de nuestro propósito como compañía: ejercer un impacto positivo en las comunidades donde estamos presentes”, asegura la directiva.
En la jornada también ha participado Fabrice Ducceschi, director general de Adam Foods, quien ha asegurado que “la industria de la Alimentación, gran generadora de empleo, innovación y exportaciones, debe ser objeto de especial cuidado por parte de las administraciones públicas. Si agricultores, ganaderos, fabricantes, distribuidores y administraciones públicas trabajamos juntos, lograremos que sea la alimentaria, una industria clave en la recuperación postcovid y una fuente de generación de valor para todo el territorio de España, en particular para aquéllos fuera de las grandes ciudades, que más lo necesitan. Adam Foods cuenta con seis centros productivos en España en zonas de este tipo y contribuye, a su nivel, en esta tarea”.
Según, Amparo Lobato, Corporate Affairs Lead Iberia de Kellogg Company, “Kellogg está impulsando el Delta del Ebro como una de una las zonas arroceras más importantes del país. Desde la puesta en marcha del programa Origins hemos mejorado no solo la sostenibilidad de la producción de arroz, sino también la vida de nuestros agricultores».
“En las parcelas del Delta del Ebro participantes en Origins se ha incrementado el beneficio económico en casi 285 euros por hectárea cultivada de promedio y la producción una media de casi un 15% con respecto al rendimiento medio de la zona”, afirma.