Las decisiones de los consumidores son determinantes en la oferta de bienes y servicios a su disposición y pueden ayudar a crear un mercado más sostenible, ha señalado este miércoles la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
“Si muchos consumidores empiezan a tomar decisiones teniendo en cuenta criterios medioambientales y de sostenibilidad, se conseguirá que fabricantes y proveedores prioricen esos mismos aspectos en los productos y servicios, que ponen a disposición de los consumidores”, explica la entidad, que añade que más allá de influir en el mercado, también los hábitos de los consumidores (compras, consumo de agua, de energía, la movilidad o las relaciones sociales) “tienen un claro impacto en el mundo en que vivimos”.
En concreto, OCU señala que la compra habitual de los alimentos es uno de los aspectos que mayor influencia tiene en la vida cotidiana de los consumidores. Así, el gesto de llevar un producto u otro al carro de la compra tiene un gran impacto ambiental y socioeconómico, no solo en nuestro entorno más cercano sino también a escala global.
Por ejemplo, recomienda comprar a granel siempre que sea posible ya que, de esta manera, los consumidores reducirán envases, podrán elegir las piezas y llevar solo la cantidad justa que necesiten. “Los productos a granel disminuyen el impacto del envasado, pero el envase protege y alarga la vida útil de los productos, por lo que es especialmente importante manipular y conservar bien estos alimentos y así evitar otro problema importante, el desperdicio. A granel las caducidades pueden ser más cortas y el alimento debe conservarse tras la compra de forma adecuada para evitar problemas”, afirma.
También aconseja llevar bolsas propias y reutilizables: de tela o bien un carro de la compra y asegura que las pequeñas bolsas de tela son útiles para frutas y verduras. Si se usa un bolso o mochila, es conveniente llevar dentro una bolsa plegada por si se compra algo.
En cuanto al envase, señala la importancia de elegir productos con el menor envase posible. “Si no queda más remedio o no existe el producto a granel, hay que elegir aquellos productos que estén envasados en material fácilmente reciclable (cartón, vidrio, plástico compostable) o, al menos, que contenga la menor cantidad posible de material. Hay que evitar comprar objetos de un solo uso como maquinillas de afeitar, cubiertos de plástico o toallitas, explica”. También pide que se reutilicen en casa los envases como frascos una vez finalizados.
Por otro lado, OCU ha comprobado que a pesar de que en principio ahorra materiales y procesos, la venta a granel no siempre es la opción más barata, por lo que recomienda comparar precios.
También aconseja consumir productos locales, de cercanía y de temporada. “Se debe procurar en la medida de lo posible de consumir productos de nuestro entorno, de nuestro país o de países cercanos. Esto, además de disminuir el impacto ambiental, contribuye tiene beneficios sociales y económicos en la zona de residencia”, asegura y añade que es importante apostar por el comercio justo ya que favorece la sostenibilidad social y económica en los países productores.
Por último, OCU advierte que lo menos sostenible es tirar comida, sea cual sea. “Independientemente de la huella ambiental de ese alimento, si se tira, se ha desperdiciado. Por ello es conveniente comprar siempre solo lo que se necesita para consumir, conservar adecuadamente los alimentos y tener en cuenta las fechas de caducidad y consumo preferente”, destaca.