Tom Kirkmeyer, presidente de la Asociación Nacional del Girasol (NSA), también conocida como Pipas USA en España, comparte cómo están abordando los desafíos actuales y promoviendo la colaboración para impulsar el cultivo de girasol a nivel mundial. Además, ha dado a conocer la visión y estrategias de la organización para promover la sostenibilidad agrícola, la seguridad alimentaria y la comercialización del girasol, destacando su importancia en la industria alimentaria mundial.
En una entrevista exclusiva en la edición de mayo de la Revista Digital de Financial Food, Kirkmeyer ha recordado que “España es el mercado más importante para el NSA. Estados Unidos ha disminuido su volumen de exportación, pero sigue consolidándose como uno de los países productores más importantes para el mercado español de semillas de girasol”.
Asimismo, ha reconocido el importante papel del girasol tanto en la seguridad alimentaria como en la sostenibilidad agrícola, recordando sus beneficios nutricionales y para la salud, el potencial que tiene como alimento funcional y nutracéutico y su importancia en la agricultura sostenible. “En resumen, el girasol es a la vez un alimento nutritivo y un cultivo valioso para la agricultura sostenible. Sus múltiples beneficios contribuyen a la seguridad alimentaria mundial y al bienestar medioambiental”, ha señalado.
En cuanto a los retos a los se enfrenta actualmente la industria del girasol, Kirkmeyer ha señalado los fenómenos meteorológicos impredecibles, como sequías, tormentas y temperaturas extremas, ya que afectan al crecimiento y rendimiento del girasol. “La NSA colabora con investigadores y servicios de extensión para desarrollar variedades de girasol resistentes que puedan soportar condiciones meteorológicas variables. Estos esfuerzos tienen como objetivo mejorar la estabilidad del cultivo y minimizar las pérdidas de rendimiento”, ha explicado.
También ha recordado que los girasoles son susceptibles a enfermedades (por ejemplo, roya, mildiú velloso) y plagas (por ejemplo, polilla del girasol, polilla anillada del girasol). Por ello, la NSA invierte en investigación para identificar estrategias eficaces de gestión integrada de plagas. Esto incluye la promoción de variedades resistentes, el seguimiento de las poblaciones de plagas y la provisión de directrices para intervenciones oportunas.
Además, las fluctuaciones en la demanda y los precios del mercado afectan a la rentabilidad del girasol. “La NSA realiza un seguimiento activo de las tendencias del mercado y colabora con las partes interesadas del sector. Animan a los productores de girasol a diversificar su producción considerando tanto girasoles para aceite como para confitería. Esto ayuda a equilibrar los riesgos del mercado y a mantener rendimientos estables”, ha señalado.
No obstante, a pesar de estas dificultades, ha destacado que la National Sunflower Association (NSA) “prevé un futuro próspero para el cultivo del girasol, centrado en la sostenibilidad, la innovación y el crecimiento del sector”.