La escalada de las tensiones comerciales y la desaceleración de la economía mundial han llevado a los economistas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) a revisar considerablemente a la baja sus previsiones de crecimiento del comercio para 2019 y 2020. Así, actualmente se prevé un crecimiento del volumen del comercio mundial de mercancías de tan solo un 1,2% en 2019, una cifra considerablemente inferior a la tasa de crecimiento del 2,6% pronosticada en abril. Para 2020 el incremento previsto es ahora del 2,7%, cuando antes era del 3%.
Los economistas advierten que el riesgo de que se agrave la situación sigue siendo elevado y que la previsión para 2020 depende de que se recupere una mayor normalidad en las relaciones comerciales, ha señalado la OMC en un comunicado.
«El empeoramiento de las perspectivas comerciales es desalentador, aunque no inesperado. Además de sus efectos directos, los conflictos comerciales aumentan la incertidumbre, lo que induce a algunas empresas a retrasar la realización de inversiones encaminadas a mejorar la productividad, que son esenciales para elevar el nivel de vida», ha explicado el director general del organismo, Roberto Azevêdo, que ha destacado que «la creación de puestos de trabajo también puede verse obstaculizada, pues las empresas emplearán a menos trabajadores para la producción de bienes y servicios destinados a la exportación».
«La resolución de los desacuerdos comerciales permitiría a los miembros de la OMC evitar los costos que eso entraña. El sistema multilateral de comercio sigue siendo el principal foro mundial para resolver diferencias y dar soluciones a los problemas de la economía mundial del siglo XXI. Los miembros deben trabajar juntos con espíritu de cooperación a fin de reformar la OMC y hacer que sea aún más sólida y más eficaz», ha añadido Azevêdo.
Causas
Estas previsiones se basan en estimaciones de consenso según las cuales el PIB mundial crecerá un 2,3% a tipos de cambio de mercado tanto en 2019 como en 2020, cifra inferior al 2,6% previsto anteriormente. La desaceleración del crecimiento económico se debe en parte al aumento de las tensiones comerciales, pero también obedece a factores cíclicos y estructurales que afectan a países específicos, como el cambio de orientación de la política monetaria en algunas economías desarrolladas y la incertidumbre relacionada con el Brexit en la Unión Europea. Los riesgos macroeconómicos apuntan firmemente a un empeoramiento de la situación.
En concreto, debido al alto grado de incertidumbre asociado a toda previsión sobre el comercio en las circunstancias actuales, la tasa estimada de crecimiento del comercio mundial en 2019 se sitúa dentro de un intervalo del 0,5% al 1,6%. El crecimiento del comercio podría situarse por debajo de ese intervalo si las tensiones comerciales siguen aumentando, o por encima si esas tensiones empiezan a remitir. Para 2020, el intervalo de valores probables es más amplio, a saber, del 1,7% al 3,7%, y se podrían registrar mejores resultados si se mitigan las tensiones comerciales.
Los riesgos que afectan a la previsión son claramente de error por exceso y guardan relación sobre todo con la política comercial. La imposición de nuevos aranceles y de medidas de retorsión podría generar un ciclo destructivo de recriminaciones. El cambio de las políticas monetarias y fiscales podría desestabilizar los volátiles mercados financieros. Una desaceleración más acusada de la economía mundial podría dar lugar a una recesión aún mayor del comercio. Por último, un Brexit desordenado podría tener una repercusión importante en la región, circunscrita principalmente a Europa.