Tanto la población como las grandes entidades cada vez son más conscientes de la importancia de cuidar el planeta. Algo clave en este sentido es el desperdicio de alimentos, de los que a nivel mundial se generan miles de toneladas a diario.
En concreto, según la ONU, se calcula que 931 millones de toneladas de alimentos fueron desechados en 2021, es decir, el 17% del total disponible para los consumidores. De ahí que las empresas cada vez apuesten más por la sostenibilidad y que surjan estrategias como la llamada De la granja a la mesa, que forma parte del Pacto Verde del Parlamento Europeo.
La tecnología puede ser un gran aliado para paliar este problema. Como ejemplo puede nombrarse el retailer turco Migros, que está utilizando la inteligencia artificial para controlar el estado de las existencias de frutas y verduras y generar alarmas sobre su estado, de modo que se puede dar prioridad a ciertos alimentos y promover su venta antes de que se estropeen, como explica Nina Lund, responsable de Retail & Consumer Goods EMEA Business de Microsoft.
Otro ejemplo podría ser el del fabricante danés Danfoss, que ha desarrollado un sistema de sensores para garantizar que los frigoríficos y congeladores de las tiendas de alimentación se mantengan a las temperaturas correctas y alertar al personal en caso de que hubiera cualquier incidente.
Estas solo son algunas muestras de cómo las nuevas tecnologías pueden ayudar a crear un mundo más sostenible creando soluciones para reducir el desperdicio alimentario.