En el momento actual, en que se vive una relativa vuelta a la normalidad, la innovación se ha convertido en una prioridad en el desarrollo de la industria del gran consumo, tal y como confirman los resultados del estudio “Pulso de la innovación en Gran Consumo” realizado por Lantern e IRI, que revelan que el 52% de los fabricantes afirman que han aumentado el esfuerzo por innovar como respuesta a la situación actual, frente a un 14,3% que afirma tener falta de recursos para desarrollar proyectos de i+D. Asimismo, el 64,3% asegura que la innovación es una absoluta prioridad para la dirección de la empresa.
En concreto, Cristina García, directora de Marketing de IRI y Jaime Martín, CEO de Lantern, han dado a conocer en esta segunda edición del estudio “Pulso de la innovación en Gran Consumo” la visión a futuro en boca de los CEOs y CMOs de fabricantes y distribuidores del sector de alimentación y bebidas, en la que destaca que la situación tras el impacto del Covid-19 en el sector del gran consumo de alimentación y bebidas ha mejorado durante el 2021 con la vuelta a la normalidad y la implementación de modelos de consumo híbridos.
Así, un 59 % de los fabricantes considera que este año sus ventas no se han visto impactadas o se han visto beneficiadas por el Covid-19, frente al 53% que así lo afirmaba en 2020. También en el caso de los distribuidores generalistas, el impacto en su negocio ha sido más positivo que el año pasado. Este año, ningún distribuidor considera que sus ventas han sido impactadas negativamente por el Covid-19, en contraste con el 2020, cuando el 35% así lo consideraba. “Se aprecia una recuperación y nuevos objetivos de crecimiento, frente a las prioridades del año pasado, cuando el trabajo estaba enfocado a resolver el abastecimiento y aumentar la seguridad e higiene en cada punto de venta”, ha destacado Cristina García.
En concreto, en 2021 los esfuerzos por innovar se están concentrando sobre todo en potenciar productos y marcas ya existentes (70%), nuevos productos (64%), nuevos canales de venta (46%) y nuevos mercados geográficos (38%). Además, un tercio de las empresas están abordando proyectos fuera del core de su negocio y el 21 % están trabajando con el ecosistema de start-up.
En lo referente a la toma de decisiones, el estudio revela que los fabricantes se están basando cada vez más en datos para orientar sus estrategias de innovación. De hecho, un 79% de los encuestados afirma apoyarse en investigaciones de mercado cuantitativas y el 75% afirman hacerlo en investigaciones cualitativas, en comparación con el 55% y el 53% que apostaba por estos métodos respectivamente durante el 2020. Destaca además un incipiente 2% que está apoyando sus estrategias en el uso de la inteligencia artificial.
Según los datos recogidos, para la mayoría de los fabricantes el éxito de estos procesos de innovación pasa por la incorporación del consumidor y la colaboración con distribuidores. El objetivo es tener mejores insights, acortar los tiempos de desarrollo y poner en marcha un planteamiento de economía circular con una clara prioridad por los envases sostenibles y la revalorización de los residuos. Además, Cristina García ha destacado como la mayoría de los distribuidores ha señalado que la colaboración entre fabricantes y retailers y el trabajo conjunto entre ambos es fundamental para que la innovación sea más exitosa.
“Es necesario tener una mejor visión de las tendencias para poder anticiparnos a nuestros competidores. Aunque todos los fabricantes cuenten con los mismos informes, es vital desarrollar una visión propia para establecer una estrategia de innovación diferencial”, ha remarcado Jaime Martín en referencia a los procesos de innovación.
El consumo tras la pandemia
Respecto al consumo, Cristina García ha vaticinado que “vamos a seguir con los consumos más o menos habituales”. Es decir, la mayoría de fabricantes y retailers consideran que las compras no se van a disparar una vez que la pandemia esté bajo control.
Asimismo, coinciden en que habrá un mayor consumo de productos más frescos y saludables una vez que se recupere la normalidad, así como un incremento de reuniones sociales y de momentos de ocio en el hogar. Y es que, los distribuidores creen que todavía se vivirá una fuerte temporada de mayor consumo en el hogar y que esta es una tendencia que no va a desaparecer a corto plazo.
Por otro lado, una vez superada la crisis sanitaria los fabricantes esperan políticas de precio más agresivas y productos con rotaciones más altas en la distribución