En un año marcado por la inflación, la industria española del dulce ha experimentado un incremento de la facturación del 12,2%, hasta los 6.757 millones de euros, gracias a la competitividad de los mercados nacionales y a una demanda que se ha mantenido bastante fiel a sus marcas y productos favoritos.
Olga Martínez, presidenta de la Asociación Española del Dulce (Produlce), asegura que “nuestro sector, al igual que el conjunto de la ciudadanía, ha sido uno más de los damnificados por la espiral inflacionista que la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha generado. No obstante, el haber mantenido nuestros volúmenes de venta respecto a 2021 es una prueba irrefutable de que el consumidor ha valorado los esfuerzos realizados por la industria del dulce, una confianza que se ha traducido en un incremento de la facturación y que ha redundado en una importante contribución al empleo, en el avance en materia de innovación y en la positiva progresión de las exportaciones que, una vez más, posicionan a esta industria como un importante dinamizador de la economía española”.
Así, según Produlce, las exportaciones se han incrementado en un 23% en 2022 y se ha alcanzado un nuevo récord histórico que se sitúa ya cerca de los 2.000 millones de euros de facturación. En cuanto al volumen, se superan las 634.500 toneladas exportadas y también se obtiene un nuevo récord en balanza comercial positiva, que asciende ya a más de 770 millones de euros, con un crecimiento del 75% en tan solo dos años, lo que representa la fortaleza y dinamismo del sector.
Europa vuelve a liderar el crecimiento de las exportaciones con una venta cercana a los 1.359 millones de euros, un 23,5% más, a pesar de que su aportación al mix geográfico de mercados cae ligeramente como consecuencia de la estrategia diversificadora que el sector refuerza desde hace años, y en la que mercados como los EEUU o Marruecos se afianzan más cada año.
Asimismo, las importaciones también han crecido un 15,9% en 2022 y han supuesto una suma total de 1.176 millones de euros. En este sentido, la contribución de las importaciones permite cerrar el ejercicio con un consumo casi plano respecto a 2021 (0,4% menos).
El sector del dulce en España emplea a casi 25.790 personas en 2022 y aumenta en un 3,5% el empleo directo. Un dato muy positivo que, además, tiene su reflejo en todas las categorías de producto.
Por su parte, la contratación fija también aumenta más que la eventual, lo que establece la media de contratación fija en el sector en un 76,5% contribuyendo a generar estabilidad y empleo de calidad, también entre los jóvenes, que representan el 12,6% y donde dos de cada tres cuenta con contratos indefinidos. Asimismo, la tasa de empleo femenino se mantiene 10,4 puntos porcentuales por encima de la media de la industria manufacturera, mostrando además una altísima estabilidad y la participación cada vez mayor en puestos cualificados y de máxima responsabilidad.
En cuanto a la relación con la economía local, ocho de cada 10 empresas están ubicadas en pequeñas localidades, posicionando a esta industria como un motor de desarrollo y fijación de la población en las áreas rurales.