En 2018, la firma de pasta Barilla alcanzó una facturación de 3.483 millones de euros, lo que supone un incremento del 3% respecto al año 2017.
En concreto, tal y como ha destacado la compañía en un comunicado, en la categoría de pastas alimenticias “se obtuvieron buenos resultados” a nivel mundial. Las salsas “también obtuvieron excelentes resultados” gracias a la inversión en la planta de Rubbiano, situada en la provincia de Parma, dedicada exclusivamente a la producción de salsas y pesto.
En lo que se refiere a los productos de panadería, Barilla ha registrado resultados positivos, especialmente en los mercados en los que ha consolidado su posición de liderazgo como Italia, en Francia refuerza la categoría gracias a los panes blandos y en Europa Central y los países escandinavos con los panes crujientes.
Además, el grupo ha confirmado el plan de inversiones extraordinarias aprobado en 2017 (1.000 millones de euros en cinco años). Así, en 2018, 236 millones de euros (6,8% de la facturación) se destinaron a la innovación de productos, al aumento de la capacidad de producción y a la mejora de la eficiencia y la sostenibilidad.
Estrategia de sostenibiliad
En cuanto a su estrategia de sostenibilidad, “Good for You, Good for the Planet”, para los próximos años, la marca italiana ha definido unos objetivos internos para medir año tras año su contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) de las Naciones Unidas fijados en la Agenda 2030.
Para ese mismo año, el Grupo está trabajando para mejorar aún más la sostenibilidad de sus productos mediante la gestión responsable de sus procesos y garantizando la trazabilidad y la transparencia.
En concreto, Barilla trabaja para mejorar el perfil nutricional de sus productos y que cumplan con los criterios necesarios para garantizar una alimentación sana y equilibrada basada en la dieta mediterránea. Desde 2010, se han reformulado más de 420 productos para disminuir las cantidades de sal, azúcar y grasas saturadas, además de conseguir eliminar al 100% el aceite de palma de todos ellos sustituyéndolo por aceites más saludables. También se han introducido nuevos productos ricos en fibras y hechos a base de legumbres, sin azúcares añadidos, ni grasas saturadas.
En 2018, el 86% del volumen total de productos de la marca estaba en línea con las directrices nutricionales de Barilla. Además, actualmente, el 82% de los proveedores de materias primas están certificados por un estándar de seguridad alimentaria reconocido por el Global Food Safety Initiative (GFSI). Se prevé que para 2030 el 100% de los proveedores de la compañía posean esta certificación.
En lo que se refiere al cuidado del medio ambiente, la firma pone el foco de atención en todos los procesos de la cadena de producción de sus productos para minimizar el impacto que su actividad tiene sobre el entorno y las personas, desde la extracción de las materias primas hasta que sus productos llegan al consumidor.
A lo largo de los últimos años, Barilla ha mejorado la eficiencia de los procesos de producción para reducir las emisiones de gas de efecto invernadero y el consumo de agua. Desde 2010, el grupo ha conseguido reducir en un 30% las emisiones de CO2 por tonelada de producto y en un 21% el gasto de agua. En este sentido, WASA se ha convertido en la primera marca del grupo compensada de CO2. También en materia medioambiental, se ha logrado que el 99,4% del packaging de los productos de Barilla sean reciclables.
Por último, la compañía promueve prácticas agrícolas más sostenibles en todas las cadenas de suministro del grupo para velar por el bienestar de los agricultores, las comunidades y el planeta. Actualmente, la compañía mantiene un compromiso con más de 5.000 empresas a través de contratos de cultivo, que garantizan un precio justo a los agricultores y la obtención de materias primas de alta calidad.
Además, la firma garantiza que todos sus proveedores de materias primas de origen animal cumplan con los estándares más altos de acuerdo con las directrices de Barilla sobre bienestar animal. Hasta ahora, la empresa ha producido 240.000 toneladas de trigo duro sostenible y el 94% de los huevos que se utilizan para la elaboración de sus productos provienen de gallinas criadas en libertad.