La eficiencia de la distribución comercial española ha ido creciendo desde 2007 y hoy en día es superior a la media del resto de países de la Unión Europea, lo que nos sitúa entre los países más eficientes, según revela el estudio “Competitividad en la distribución comercial en Europa”, que se ha presentado este jueves en una jornada organizada por Asedas.
Asimismo, según ha explicado el autor del trabajo, Ignacio Cruz Roche, Catedrático de Economía de la Universidad Autónoma de Madrid, “una mayor eficiencia indica unos menores niveles de precio”, lo que se ha podido constatar en este análisis realizado con los datos del periodo correspondiente entre 2007 y 2018, cuando tuvo lugar la anterior crisis económica, y cuyos resultados servirán ahora para hacer frente a la situación que se vive por la pandemia del Covid-19.
En primer lugar, Cruz ha detallado cómo dentro de la distribución en Europa existen cinco grupos de modelos de distribución minorista: Norte, Centro, Sur (al que pertenece España), Este 1 y Este 2. “No hay un modelo comercial único para Europa”, ha señalado el experto. En el Norte se caracteriza por tener una menor cuota de comercio tradicional, mientras que en el Centro existe una mayor cuota de tiendas discount; en el Sur hay una mayor cuota de supermercados; en el Este 1 se registra una mayor cuota en hipermercados; y en el Este 2 lo que se produce es una mayor cuota del comercio tradicional.
En los países del sur de Europa (donde la crisis fue más profunda) no se han recuperado los valores previos a la crisis (2007) mientras que en el resto, la caída de consumo duró entre uno y dos años. Además, en general, según el estudio, se produjo un descenso generalizado en toda la UE en la cuota de los comercios tradicionales, estancamiento en los hipermercados y aumento en los supermercados (en España, se repite la misma tendencia).
Asimismo, según el trabajo, entre 2007 y 2018, las empresas de distribución en España afrontaron la caída del consumo por la crisis económica mediante ajuste de márgenes e incremento de la eficiencia, contribuyendo así a paliar los efectos negativos sobre los consumidores. Además, esta caída se compensó en parte con una reducción de costes, lo que hoy implica una mayor eficiencia en la gestión y la reducción del margen neto de beneficio de los distribuidores frente a los del resto de países.
En cuanto a los niveles de concentración, los países del sur tienen una fuerte densidad comercial frente a los países del norte y centro, lo que permite mayor capacidad de elección a los consumidores, pero supone un menor nivel de ventas por establecimientos en las empresas. En España, la densidad crece desde 2013 debido al desarrollo de la proximidad, y muestra una concentración inferior a la media por la presencia de líderes regionales que compiten con las cadenas nacionales.
Respecto a los precios de alimentación, la investigación revela que existe una fuerte disparidad en su evolución en la Union Europea. “España presenta un nivel de precios inferior al que le correspondería en teoría, por nivel de renta, lo que es indicativo de un sistema de distribución comercial eficiente y competitivo”, ha destacado el autor del estudio, que asegura que “las diferencias de renta, concentración y productividad pueden explicar en toda Europa más del 75% de las variaciones temporales de precios de alimentación”.
Por último, el estudio destaca el papel de las centrales de compra en la actual configuración del modelo español de distribución de productos de gran consumo. Su labor ha permitido la supervivencia de un tejido comercial de empresas medianas y pequeñas, que han incrementado la competencia. La mejora de los índices de rentabilidad y productividad de las empresas asociadas en centrales de compra les ayuda a competir con grandes empresas nacionales y ocupar posiciones de liderazgo en mercados regionales, siendo ésta una característica diferenciadora del modelo español.
La recuperación post-Covid
“Aún no conocemos el alcance de la actual crisis económica derivada de la crisis sanitaria, y qué tipo de consumidor saldrá de la misma, pero estamos seguros de que el modelo de distribución alimentaria que tenemos, y las enseñanzas de la anterior crisis, permitirán responder a las necesidades de los consumidores, sean cuales sean”,ha señalado Ignacio García Magarzo, director general de Asedas.
“El modelo de distribución de gran consumo en España que describe el estudio del catedrático Cruz Roche fue importante para ayudar a que los consumidores afrontaran la profunda crisis económica de 2008, asegurándoles un acceso cercano a una alimentación variada y de calidad a precios competitivos. Además, la eficiencia del modelo permitió a las empresas de supermercados mantener el empleo en un momento en que la destrucción de puestos de trabajo era dramática. Se trata de ventajas que hemos visto también en los últimos meses: los consumidores no han tenido problemas para acceder a la alimentación y el empleo en el sector se ha mantenido e incluso incrementado”, ha añadido.
Por su parte, Enrique Verdeguer, consejero coordinador de Economía de la Representación Permanente de España en la UE, también ha destacado sobre el papel de las empresas en la recuperación económica post-Covid. “Tanto a través de su participación en el diseño como en la posterior ejecución de las medidas aprobadas, las empresas van a desempeñar un papel clave en el plan de recuperación y transformación de nuestra economía, donde la colaboración público-privada debe ser esencial para superar la situación actual”, dijo. Además, “en el ámbito de la distribución, las empresas del sector han demostrado una gran capacidad de atender las necesidades de la sociedad en momentos muy complicados, sirviendo como un elemento fundamental de cohesión y de estabilidad, y manifestándose como una de las grandes fortalezas de nuestra economía”.
Por su parte, Juan Francisco Martínez García, director general de Política Comercial del Mincotur, cerró el evento con un reconocimiento a la labor de la distribución alimentaria durante la actual crisis sanitaria. “Durante el estado de alarma no hubo en ningún momento rotura de stock, lo que demuestra que España ya tiene un eficaz modelo de distribución de productos de gran consumo. No obstante, debemos empezar a trabajar cuanto antes en el día de después de la crisis sanitaria. Hay que abordar el diseño del futuro de la distribución comercial en España y en Europa sobre los dos pilares sobre los que se asentará, e incluso ya se asienta ahora, cualquier reforma sectorial presente y futura: la digitalización y la sostenibilidad”, dijo.