El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) del mes de febrero alcanza los 65,9 puntos, lo que representa 10,2 puntos más que el dato del mes anterior. Este aumento del índice lo sitúa por encima de los resultados obtenidos desde marzo 2020. En concreto, el incremento del índice se debe al aumento de 4,3 puntos en la valoración de la situación actual, y principalmente a la subida de la valoración de las expectativas, que se incrementa 16 puntos.
El aumento es mayor en porcentajes ya que el Índice de Confianza del Consumidor asciende un 18,2%, el Índice de Situación Actual aumenta 13,2% y el Índice de Expectativas sube 20,4%. No obstante, en estos momentos, tanto el ICC como la valoración de la situación actual tienen valores muy similares a los obtenidos en 2012 y 2013 y también a los que se dieron en 2008 y 2009, que son los valores más bajos de la serie hasta el momento, aunque sin llegar a los valores más bajos de esas fechas.
En relación con el mes de febrero del año anterior, la evolución es negativa. El ICC desciende desde febrero del pasado año 19,8 puntos, con una pérdida en términos absolutos para la valoración de la situación actual de 38,7 puntos y una insignificante bajada en el caso de las expectativas de -0,8 puntos.
En concreto, el índice de valoración de la situación actual alcanza en febrero los 37,2 puntos, con una mejora de 4,3 puntos en relación al obtenido el pasado mes de enero. En términos porcentuales el incremento es del 13,2%. Obviamente, este ascenso del índice se debe a la evolución de las valoraciones de sus tres componentes: la valoración de la situación económica actual ofrece un aumento de 4,6 puntos, la valoración del mercado de trabajo crece 4,4 puntos respecto al mes anterior y en el caso de la valoración de la situación de los hogares hay un incremento parecido de cuatro puntos respecto al mes de enero y llega a alcanzar 73,9 puntos.
A pesar de estas subidas, tanto el dato de valoración de la situación económica actual, con 17,7 puntos, como la valoración del mercado de trabajo, con 20 puntos, siguen siendo similares a las valoraciones obtenidas a finales de 2008, principios de 2009 y a finales de 2012, principios de 2013 y que junto a los resultados del 2020 son los valores más bajos de las dos series. Comparando con los datos de febrero de 2020, la evolución es muy negativa en todos sus componentes. La valoración de la situación económica desciende -51 puntos, las opciones que ofrece el mercado de trabajo se valoran en -48 puntos por debajo del valor de hace un año y la valoración de la situación en los hogares desciende de manera más moderada, -17,2 puntos en los últimos doce meses.
Por su parte, el Índice de Expectativas en este mes de febrero es de 94,6 puntos, lo que representa un aumento de 16 puntos respecto al mes anterior, y en porcentaje la subida es ligeramente mayor, crece 20,4% respecto al mes precedente. Esta mejora se debe a la evolución positiva de sus tres componentes: la valoración de la evolución de la economía en el futuro inmediato se eleva 20,2 puntos, la valoración del futuro del mercado de trabajo sube 17 puntos y la futura evolución de la situación de los hogares se valora 10,8 puntos más que en el mes de enero.
En la misma línea que la evolución interanual del ICC y del Índice de Situación Actual, la evolución del Índice de Expectativas en términos interanuales es también negativa. Desde febrero del pasado año, las expectativas respecto a la situación económica del país bajan -2,8 puntos y las expectativas de los hogares acumulan una bajada similar de -2,4 puntos en el último año. Sin embargo, las expectativas referidas al futuro del empleo presentan un aumento de 2,9 puntos.