La Confederación Española de Comercio (CEC) ha asegurado en un comunicado que no espera que esta campaña suponga una dinamización importante de las ventas. Desde la liberalización de los periodos de rebajas en 2012, estas han ido perdiendo poder de convocatoria y atractivo de cara al consumidor.
“Se mantienen por tradición, pero la desestacionalización de los descuentos, que se encadenan a lo largo de todos los meses del año, bajo promociones o descuentos ocasionales, han disipado su impacto más allá de la primera semana”, ha señalado Rafael Torres, presidente de la CEC.
En concreto, para esta campaña en particular, “no se esperan descuentos importantes debido a la elevada inflación que ya se ha trasladado inevitablemente al precio final de los productos, así como a los altísimos sobrecostes a los que están haciendo frente en los últimos meses las pymes y autónomos del sector y que están recudiendo unos ya de por sí reducidos márgenes”.
Influirá también que los establecimientos dedicados al equipamiento personal (textil, calzado, complementos…) y que tradicionalmente hacen un mayor aprovechamiento de estas campañas, han registrado una mejora de sus ventas en los últimos meses, por lo que cuentan con menos stock al que dar salida con precios agresivos, añade.
Además, la CEC destaca que “el escenario inflacionista en el que nos encontramos con una tasa de IPC que este mes supera el 10% está afectando de manera importante a la capacidad de compra de las familias y por tanto al consumo, por lo que no se espera un incremento significativo de las ventas”.
Más allá de las rebajas, la patronal del comercio se muestra moderadamente optimista de cara la temporada estival atendiendo a las previsiones de ocupación que se están haciendo desde el sector turístico y que ya está teniendo su impacto en el comercio de zonas como Baleares o Canarias que están notando una reactivación de las ventas.