Kellogg ha registrado en el conjunto del año 2022 unas ventas de 15.315 millones de dólares, lo que supone un incremento del 8% respecto al ejercicio previo. Sin embargo, obtuvo un beneficio neto atribuido de 960 millones de dólares, un 35,5% por debajo del resultado de 2021.
En cuanto al cuarto trimestre del año, la multinacional aumentó sus ventas un 12% hasta los los 3.833 millones de dólares, mientras que registró pérdidas de 98 millones de dólares, tal y como informa en su nota de resultados.
«Reflexionando sobre 2022, no podría estar más orgulloso del enfoque y la determinación de nuestra organización para superar los desafíos y cumplir con nuestros compromisos financieros«, dijo Steve Cahillane, presidente y director ejecutivo de Kellogg Company.
«Enfrentando una inflación de costes significativa, cuellos de botella y escasez en todo el mundo, y una reconstrucción significativa del inventario en el cereal de América del Norte luego del incendio y la huelga del año pasado, el equipo ejecutó con determinación y agilidad para entregar otro año de resultados mejores de lo esperado, mientras que al mismo tiempo avanzó hacia nuestra transformación planificada», añadió Cahillane.
De cara al nuevo ejercicio el ejecutivo señaló que “entramos en 2023 en una situación financiera sólida con un fuerte impulso en todo el mundo. Y seguimos tan convencidos como siempre de que la separación pendiente de nuestra empresa creará valor para todas las partes interesadas».
A este respecto, la compañía estadounidense ha explicado que, si bien sigue trabajando en la escisión prevista de su negocio de cereales en América del Norte para finales de 2023, ha decidido mantener su negocio de productos vegetales, que representa el 2% de las ventas netas y “ofrece fuertes perspectivas de crecimiento a largo plazo”.