Profesionales del sector de logística han debatido sobre el presente y el futuro de la distribución urbana de mercancía (DUM) y el gran reto de transformar el modelo de gestión actual, buscando el equilibrio entre competitividad y la sostenibilidad de las organizaciones que constituyen el ecosistema logístico y la sostenibilidad, tanto social, como ambiental.
Durante la jornada titulada “Tendencias en Logística Urbana”, que se celebró en Sevilla organizada por la APD y el Foro de Logística, se destacó el importante crecimiento que están teniendo las actividades logísticas en los núcleos urbanos. Esto es debido, en gran medida, al aumento del comercio electrónico, acelerado por pandemia del covid. Este crecimiento se traduce en un incremento de la facturación derivada de la prestación de servicios de almacenamiento, transporte y distribución vinculados a operaciones de venta online.
En las dos mesas redondas, una de instituciones públicas de Andalucía y otra con diferentes empresas que forman parte del actual ecosistema logístico en las ciudades, quedó claro la insostenibilidad del modelo actual de distribución en la última milla y la necesidad de colaborar entre todos los agentes para dar coherencia y orden a la actividad logística urbana, acompañado por una regulación adaptada a la situación actual.
En la primera mesa de debate, moderada por Jordi Escruela, directivo de Scoobic Urban Mobility, se abordó la necesidad de la colaboración público-privada para abordar el desafío. En ella Onofre Sánchez, director de Red logística de Andalucía, destacó la necesidad por parte de las administraciones públicas de dar certidumbre a las empresas y marcar el modelo de gestión que queremos todos, indicando que debemos propiciar el encuentro entre todas las partes para debatir un nuevo modelo, siendo la administración quien debe liderar este proceso. Sánchez, también puso de manifiesto la necesidad de reeducar al consumidor y cambiar sus hábitos de comportamiento, “no se pueden seguir recibiendo 10 paquetes al día, de distintas procedencias, en el mismo edificio”.
Por su parte, Ramon García, director del Centro Español de Logística, destacó tres prioridades, la primera la necesidad de tener datos. Hay una gran deficiencia de información, sin la cual no se pueden tomar decisiones, es imprescindible obtener datos y gestionar los datos existentes. En segundo lugar, definir las infraestructuras y la gobernanza necesaria para gestionar las conclusiones obtenidas del análisis de estos datos; y en tercer lugar, definir el impacto medioambiental y el efecto económico del nuevo modelo. Ramón García destacó que “estamos en un momento en el que debemos hablar y llegar a acuerdos, de no hacerlo entraremos en una fase de imposiciones que no gustarán a todos”.
La segunda mesa redonda se habló de las tendencias predominantes en la logística de última milla, coincidiendo todos los participantes, al igual que en la primera mesa, de la insostenibilidad, fundamentalmente económica, del modelo actual de distribución para las empresas que operan en la última milla.
Juan Sandes, director de operaciones y desarrollo de GLS Spain, puso de manifiesto las dificultades actuales y resaltó el esfuerzo y el milagro que supone hacer llegar al consumidor un paquete en 24 horas desde cualquier parte España y entregarlo a tiempo al cliente en las condiciones actuales. Sandes puso de manifiesto la necesidad de que los retailers, empresas alimentación, etc, compartan los datos para mejorar la eficacia de las operaciones.
Además, Alberto Moreno, director general de T-Box, destacó la necesidad de defendernos de la falacia de un modelo que hemos creado entre todos y la necesidad de colaboración entre los distintos eslabones de la cadena. Moreno indicó la necesidad de debatir entre todos los agentes un nuevo modelo de logística urbana como paso previo a la transformación que requiere esta actividad. En su presentación anunció en primicia que Scoobic y T-Box han firmado una alianza para la implantación de microhubs en entornos urbanos y por el que operaran a partir de ahora conjuntamente como Scoobic microhub powewr by t-Box.
Existe una gran diversidad de actores en la distribución de última milla, distribución de bebidas y alimentos para restauración, supermercados, electrodomésticos o paquetería. Sería deseable y necesario avanzar en un modelo colaborativo, pero sin duda es un reto complejo. El sector está muy atomizado y existe una dura competencia donde el precio es la principal arma para competir. La entrada de fondos de inversión dispuestos a perder dinero a corto plazo para ganar cuotas de mercado tampoco ayuda y se está produciendo una burbuja logística que es necesario pinchar antes de que dañe el futuro de logística urbana.
Todos los participantes coinciden en la necesidad de sensibilizar y educar al consumidor para que tome conciencia de que no se puede mantener el sistema actual en el que el coste de envío es mínimo y donde las devoluciones y errores de envíos están a la orden del día. La logística en última milla tiene un futuro brillante de crecimiento, de eso no cabe duda, pero sin control, acabará siendo un caos. En manos de todos sus intervinientes y de las diferentes administraciones públicas está la solución, colaborando y dotándolo de un marco regulatorio adaptado a la realidad, concluyeron los expertos.