Ante la crisis que golpea actualmente Ucrania, causada por la invasión rusa, son muchas las empresas que han sacado a relucir su lado más solidario y han decidido ayudar a los más afectados. Las cadenas de supermercados Eroski y Caprabo son dos buenos ejemplos, pues han puesto en marcha campañas para recaudar fondos.
Desde el 1 de marzo, Eroski anima a sus clientes a realizar un donativo voluntario a su paso por la línea de cajas. La suma total será recibida por la población afectada a través del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, Unicef. A lo recaudado en sus tiendas gracias a las donaciones de los clientes, Eroski sumará una aportación adicional, que se sumará a los siete millones de euros que el grupo destina anualmente a contribuir en causas solidarias.
Por otro lado, Caprabo también ha querido movilizarse a favor del pueblo ucraniano iniciando una recaudación de fondos para las familias que se encuentran en situación de emergencia humanitaria. Los clientes que lo deseen pueden realizar una donación en la caja de sus supermercados, sin necesidad de realizar compra o disponer de la tarjeta cliente. Las aportaciones, que Caprabo completará, se destinarán a apoyar la respuesta de Unicef sobre el terreno para salvar y proteger a los niños y a sus familias.
La organización calcula que más de 7,5 millones de niños están amenazados por la intensificación de las hostilidades en el país. Alertan de que decenas de miles de familias se ven obligadas a buscar refugio lejos de sus hogares.
Unicef trabaja duramente para ayudar a los más necesitados desde el estallido del conflicto. En los últimos días, ya ha entregado cuatro toneladas de productos básicos a las familias de personas refugiadas ucranianas con niños. Además, está redoblando esfuerzos para asegurar el acceso a agua potable en las zonas afectadas, la entrega de suministros de salud, higiene y educación de emergencia, y también para proporcionar atención psicosocial.