Para desarrollarse adecuadamente, los kiwis necesitan ciertos requisitos climatológicos. Para empezar, necesitan en torno a un 60% de humedad, el viento los daña con facilidad y son enemigos de los largos inviernos. La empresa especializada en esta fruta Zespri ha encontrado la manera de producir kiwis de alta calidad durante todo el año.
El equipo de Zespri ha desarrollado un método de control de calidad que implementa en todos los lugares donde se producen kiwis de la marca. Con ello permiten que los consumidores puedan disfrutar de dos de sus variedades durante todo el año.
Estas son los kiwis Zespri Green, de color verde y sabor más ácido y refrescante; y los kiwis Zespri Sungold, amarillos, dulces y jugosos. Dos productos, dirigidos a paladares y momentos diferentes que están al alcance del consumidor los 365 días gracias al fuerte compromiso de calidad que la empresa mantiene y que consigue que podamos saborearlos de invierno a verano.
Este nombrado método de control consiste en la combinación de una serie de buenas prácticas. De hecho, todos los agricultores Zespri deben cumplir con el Sistema de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) que protege a los cultivos, las personas y el medioambiente. Mirando muy especialmente por sus trabajadores, Zespri ha establecido un GRASP (GLOBAL GAP Evaluación de Riesgos en Prácticas Sociales) para salvaguardar su seguridad, salud y para asegurarse de que sean tratados de forma justa.
Zespri comercializa sus kiwis en 60 países con la responsabilidad de ofrecer el mejor producto en cuanto a calidad, valores nutricionales y sabor. La empresa se centra en desarrollar nuevas variedades de kiwi con los máximos estándares de calidad para garantizar a los consumidores una fruta de total confianza.