Se calcula que, en la movilidad por motivo de compra, el supermercado de proximidad colabora a reducir el efecto invernadero reduciendo las emisiones de CO2 en un 82%, así como otros contaminantes ambientales (72% en NOx, 89% en NO2, 63% en PM y 90% en CO). Además, nueve de cada 10 personas (89,9%) se desplazan a pie cuando van a comprar a este tipo de establecimientos. Esto significa que más de 3.000 millones de desplazamientos de actos de compra al año, 285 desplazamientos a pie por tienda y día, tienen un impacto ambiental cero en relación con la movilidad. Este modelo también favorece los desplazamientos cortos en vehículo privado, fórmula que adoptan siete de cada 100 consumidores.
Los anteriores son datos del Institut Cerdá que, en esta semana de la movilidad, destaca la Asociación española de distribuidores, autoservicios y supermercados (Asedas). Señalan así que el formato del supermercado de proximidad permite múltiples formas de practicar la movilidad sostenible y se sitúa como uno de los formatos comerciales que mejor contribuye a la reducción de emisiones en la movilidad por motivo de compra.
Con el objetivo de ayudar a los consumidores a tomar conciencia de las prácticas de movilidad sostenible, ha lanzado una campaña en redes sociales bajo el hashtag #súpermovilidad invitando a compartir los modos de acceso al supermercado que utilizan en el momento de hacer sus compras. Además, difundirá en colaboración con la campaña #EActíVate un vídeo sobre las principales ventajas del supermercado de proximidad en materia de movilidad.
“La economía circular empieza por fomentar el ahorro energético, la eficiencia y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. La movilidad tiene impacto en todo ello y los supermercados españoles, gracias a su capilaridad y sus ubicaciones, son un gran aliado ambiental para ayudar a los consumidores a llevar a reducir el impacto medioambiental de sus desplazamientos por motivo de compra”, subraya la responsable de Medioambiente de Asedas, María Martínez-Herrera.