Antes del confinamiento el 70% de los españoles reconocía que tiraba algo de comida de forma regular. Durante el confinamiento la proporción se redujo más de la mitad, hasta el 32%, según una encuesta de OCU, que destaca cómo cocinar más en casa, planificar las comidas y las compras, y reutilizar los restos, son claves para reducir el desperdicio.
Sin embargo, en los restaurantes se sigue desperdiciando gran cantidad de alimentos: el 42% de los encuestados reconoce que suele dejarse una buena cantidad de comida en el plato; sin embargo, solo el 24% pide llevársela a casa de forma habitual.
Los argumentos para no hacerlo son variados. Los más habituales: que no suele sobrar suficiente comida como para llevársela, que no le resulta cómodo hacerlo (porque, por ejemplo, no regresa directamente a casa). Aunque también hay un 35% que reconoce que le da vergüenza pedir que le envasen los restos para llevárselos consigo.
Lo cierto es que cada día estamos más concienciados: el 89% de los encuestados está muy de acuerdo con que tirar comida en buen estado no es ético, no está bien. Y la mitad de ellos (un 53%) considera que si hubiera más opciones para comprar alimentos a granel (por ejemplo, pudiendo elegir el número de piezas de fruta) o paquetes de tamaño reducido, tiraría menos comida. Aunque la sugerencia más apoyada es la que apunta a la creación de aplicaciones y webs que faciliten la donación de excedentes a organizaciones benéficas que ayuden a las personas más necesitadas.