El Gobierno, reunido en Consejo de Ministros extraordinario presidido por el presidente, Pedro Sánchez, ha aprobado declarar el estado de alarma en todo el territorio nacional por un periodo de 15 días, para afrontar la situación de emergencia sanitaria provocada por el coronavirus en España. Durante estos días de aislamiento, el Gobierno ha garantizado que habrá suministro de alimentos para toda España.
Así, el Gobierno ha asegurado, no sólo el funcionamiento de los centros de producción, sino también de la cadena de distribución, incluidos almacenes y centros logísticos. De hecho, si es necesario por razones de seguridad se podrá acordar el acompañamiento de los vehículos que realicen el transporte de los bienes mencionados.
En concreto, el Gobierno asegura que cuando sea preciso se podrán establecer corredores sanitarios para permitir la entrada y salida de personas, materias primas y productos elaborados con destino o procedentes de establecimientos en los que se produzcan alimentos, incluidas las granjas, lonjas, fábricas de piensos para alimentación animal y los mataderos. Asimismo, las aduanas priorizarán el tránsito de productos de primera necesidad.
Sin embargo, suspenden la apertura al público de los locales y establecimientos minoristas, a excepción de los establecimientos comerciales minoristas de alimentación, bebidas, productos y bienes de primera necesidad, establecimientos farmacéuticos, médicos, ópticas y productos ortopédicos, productos higiénicos, peluquerías, prensa y papelería, combustible para la automoción, estancos, equipos tecnológicos y de telecomunicaciones, alimentos para animales de compañía, comercio por internet, telefónico o correspondencia, tintorerías y lavanderías.
Además, se suspende cualquier otra actividad o establecimiento que a juicio de la autoridad competente pueda suponer un riesgo de contagio.
La permanencia en los establecimientos comerciales cuya apertura esté permitida deberá ser la estrictamente necesaria para que los consumidores puedan realizar la adquisición de alimentos y productos de primera necesidad, quedando suspendida la posibilidad de consumo de productos en los propios establecimientos.
En cualquier caso, se evitarán aglomeraciones y se controlará que consumidores y empleados mantengan la distancia de seguridad de al menos un metro a fin de evitar posibles contagios.