El coste recaudatorio de la reducción temporal de los tipos de IVA aplicados a los alimentos básicos, los aceites de oliva y de semillas y las pastas alimenticias podría alcanzar los 700 millones de euros (actualizados a finales de 2022; 579 millones con la información disponible para 2019), de los que la mitad corresponderían al beneficio obtenido por el 40% de los hogares con mayor renta.
Así lo revela un documentos publicado por Fedea en el que se estiman los efectos recaudatorios y distributivos de la reducción temporal de los tipos de IVA aplicados a los alimentos básicos, los aceites de oliva y de semillas y las pastas alimenticias, aprobada en el Real Decreto Ley 20/2022, de 27 de diciembre, con la finalidad de ayudar a las familias, cuyo poder adquisitivo se está reduciendo por el alza de los precios de los alimentos.
El trabajo, realizado por los investigadores de Fedea Julio López Laborda, Carmen Marín González y Jorge Onrubia señala que las rentas brutas superiores a 43.395 euros (el 40% de los hogares) asimilarán la mitad del coste que tendrá para el Estado la bajada del IVA de los alimentos básicos de la cesta de la compra.
Por su parte, las rentas más altas (más de 215.000 euros) ahorrarán hasta 60,7 euros en las facturas de los supermercados, un importe que desciende hasta los 22,4 euros en los hogares con ingresos inferiores a 16.800 euros.
El estudio señala que el ahorro medio para las rentas más bajas es del 0,22%, mientras que para las más altas supone apenas un 0,02%. A su vez, sitúa el ahorro medio para los españoles en el 0,07%, lo que se traduce en 32,4 euros.
En términos relativos el trabajo muestra que los hogares más favorecidos por la rebaja impositiva, en relación con su renta bruta, son los integrados o sustentados por mayores de 65 años, así como los perceptores de transferencias de otros hogares y subsidios.