El volumen de compra de productos de alimentación ha caído un ligero 0,4% hasta los 28.786,5 millones de kilogramos/litros en el interanual a julio de 2019, mientras que en términos de valor se ha producido un aumento del 0,6% hasta los 68.855,2 millones de euros debido a la subida del precio medio del total de alimentación, superior en un 1% al mismo mes del año anterior, según el estudio Consumo alimentario en el hogar correspondiente al mes de julio que elabora el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
En concreto, el consumo de carne en los hogares españoles cae un 2,4% durante el interanual a julio de 2019 como consecuencia de una menor compra de carne fresca, así como carne congelada y transformada (-2,7%, -8,1% y -0,8% respectivamente). De entre los diferentes tipos de carne fresca, todos pierden volumen con respecto al año móvil anterior; la caída más significativa es la de la carne fresca de conejo (-9,7%) así como la de carne fresca de ovino/caprino (-4,8%), si bien son tipos de carne que tienen una proporción menor de kilos con respecto al total de la carne fresca. Se reduce la compra de carne fresca de pollo, vacuno y cerdo con descensos del 2,4%, 2,1% y 2,6% respectivamente.
También se han reducido los kilogramos comprados de total productos de pesca (-2,5% en volumen y del 0,6% en valor). El retroceso de la categoría se debe principalmente a la caída en la demanda de pescados (-4,0%). De entre los pescados tanto los frescos como los congelados pierden intensidad de consumo (-3,7% y -5,1% respectivamente). De igual manera, los mariscos/moluscos/crustáceos pierden un 1,2% del volumen con respecto al mismo periodo del año anterior. La compra de conservas de pescado/molusco, sin embargo, se mantuvo completamente estable (+0,0%).
En cuanto a la leche líquida, se ha producido una caída tanto en volumen como en valor (-0,7% y -0,9% respectivamente). Estabilidad con ligero retroceso del 0,3% para derivados lácteos en volumen, en valor esta categoría se posiciona en signos positivos (0,5%).
En referencia a las categorías de alimentación básica, disminuye la compra de huevos, así como de pan y azúcar, siendo adquiridos en menor proporción (-1%, -0,9% y -6% respectivamente). Resulto un periodo favorable para las legumbres que aumentan su participación en volumen (2,8%) como en valor (2,9%).
Por su parte, la compra de aceite durante el año móvil hasta julio 2019 tuvo una evolución desfavorable con una variación del -2,5% en términos de volumen, y una fuerte caída del -15,5% en valor. Estabilidad para la compra de aceites de oliva (-0,2%), por su parte la de girasol decrece un 3,1%. Ambos tipos de aceite, sufren una fuerte contracción del valor (- 16,3% y -5% respectivamente).
Se reduce la demanda de patatas frescas un -1,3% durante los últimos doce meses, mientras que su valor crece de forma significativa un 16,9%. La presencia de hortalizas frescas en los hogares españoles aumentó un 1,8% en volumen, con fuerte impacto en valor (6,9%). Aumenta la compra de algunos tipos como por ejemplo lechuga/escarola/endivia (11,4%), cebollas (3,8%) y tomates (3,3%). Sin embargo, los últimos doce meses no fueron positivos para otros tipos de hortalizas como por ejemplo las judías verdes y las coles, con descenso del 8,1% y 6,1% respectivamente.
La adquisición por parte de los hogares de fruta fresca aumentó un 1,6%, al igual que su valor, el cual creció un 2,2%. Algunos tipos de frutas crecen, como por ejemplo ciruela (18,9%), sandia (16,6%), melón (12,1%), fresas (9,9%), o por ejemplo las manzanas con una variación del +2,7%.
En relación con las bebidas, disminuye el consumo de vinos (-1,9%), también retrocede la compra de cervezas para el consumo doméstico (-1,2%), al igual que se registra una menor compra de bebidas espirituosas (-5,3%). Aumenta la compra de bebidas como la sidra con una variación positiva del 11,2%, de igual en positivo se sitúan las bebidas derivadas del vino (9,9%). En los últimos doce meses del año aumenta la compra de agua de bebidas envasadas de igual manera que crece la adquisición de bebidas como gaseosas y bebidas refrescantes por parte de los hogares (1,7% y 3,2% respectivamente).