Crece considerablemente la satisfacción respecto al nivel de Innovación que acometen las empresas del sector gran consumo en España: el 78% considera que realiza suficiente I+D+i, 28 puntos más que el año anterior, y una cifra muy alineada con el sentir global (77,7%).
En este sentido, el 83,3% de las compañías españolas del sector asegura tener definido un presupuesto para I+D, 8,3 puntos más que en el año anterior y cifra, también, alineada con la tendencia global (83,4%). En el caso de las compañías españolas de gran consumo, además, el 61,1% asegura que incrementará este presupuesto, cifra que se iguala a la global.
Estas son algunas de las principales conclusiones que arroja el IV Barómetro Internacional de la Innovación de la consultora internacional Ayming, especializada en gestión y financiación de la Innovación, en el que han participado una muestra de 850 profesionales sénior de I+D, directores financieros, directores ejecutivos y propietarios de empresas de 17 países para abordar el estado de la Innovación y su financiación.
¿Cómo financia la innovación el sector?
El 55,6% de las empresas españolas del sector del gran consumo afirma que autofinancia su innovación, frente a un 30,5% que recurre a los diferentes mecanismos de subvenciones disponibles en España y Europa. El número de compañías que a nivel global se decantan por la autofinanciación es dos puntos inferior, hasta el 53,7%. Asimismo, las deducciones fiscales en I+D se posicionan como la segunda fuente de financiación para el 39% de los encuestados, cifra que a nivel global es muy similar (40%).
De este modo, el número de empresas españolas del sector gran consumo que autofinancia su I+D ha crecido cerca de seis puntos respecto al año anterior (50%) y aquellas que financian su innovación a través de deducciones fiscales a la I+D ha crecido 14 puntos (39%). A nivel global, el incremento en el número de empresas que acuden a deducciones fiscales a la I+D ha sido de cuatro puntos respecto al año anterior (40%).
A juicio de Javier Saldaña, director de Innovación de Ayming España, “resulta muy positivo ver que cada vez hay más empresas que solicitan las deducciones fiscales a las que tienen derecho. Es más, los incentivos fiscales son primordiales para que las compañías puedan incorporar I+D a sus planes estratégicos. En el caso español, no muchas compañías son conocedoras de que cada 100€ invertidos, 59 son potencialmente deducibles, aunque es cierto que el proceso de justificación es complejo y requiere de acompañamiento”.
Respecto a los mecanismos de subvenciones nacionales e internacionales, únicamente el 30,5% de las compañías recurre a los mismos, un descenso de tres puntos respecto al año anterior. “El carácter a largo plazo de las subvenciones es uno de los motivos que justifica su descenso como vía de financiación, es por ello por lo que cualquier planificación de financiación de la I+D tiene que contar una estrategia que tenga en cuenta distintos incentivos, para según qué proyectos y necesidades”, explica a este respecto Carlos Artal, director general de Ayming España.
Principales motivaciones
Para el 61,1% de las compañías españolas, mejorar las capacidades tecnológicas internas y adaptarse a las tendencias a largo plazo son las principales motivaciones que impulsan su estrategia en I+D. Además, el 44% afirma que aumentar las capacidades de sus equipos propios de I+D es el tercero de los drivers en su estrategia.
Estas tres motivaciones son igualmente compartidas por las compañías de gran consumo a nivel internacional.
Según detalla Carlos Artal, “estos años de constantes cambios e incertidumbre han provocado que las compañías salten constantemente de un problema a otro y, para ello quieren estar dotados con las mejores tecnologías y un equipo interno que sea capaz de hacer frente a las adversidades. Esta tendencia global es comprensible y responde a la situación actual”.
La inflación, el factor que más condiciona a la inversión en I+D futura
Por otro lado, el trabajo revela que la inflación es el factor que más condiciona negativamente los presupuestos de I+D de las compañías de cara a los próximos tres años, según afirma el 61,1% de las empresas de gran consumo encuestadas, una cifra que se sitúa nueve puntos por encima de la media global (52%). A nivel general, las empresas en España están firmemente convencidas de que la crisis de energía y suministros afectará a su rentabilidad (73%), especialmente el sector de gran consumo.
Tal y como añade Carlos Artal, “el 80% de las categorías de los productos de fabricantes y empresas de gran consumo aumentaron el precio medio por debajo del nivel del IPC durante los siete primeros meses del año, es decir, solo el 20% de las categorías de gran consumo incrementaron sus precios sobre la tasa de inflación del último trimestre. Es comprensible que la inflación sea el mayor condicionante actual de cara a futuras inversiones”.
Respecto a los factores que condicionan favorablemente la inversión en I+D, los cambios tecnológicos (83%) y el acceso a la financiación (55,6%), factores que a juicio de Artal “son completamente lógicos. El sector del gran consumo requiere de una Innovación constante para poder destacar frente a sus competidores. En definitiva, en un mercado en el que existen multitud de referencias, es importante el avance tecnológico para poder llamar la atención de un consumidor saturado”.