Los alimentos y bebidas tienen mayor importancia en la cesta de la compra española que en la europea, ya que suponen el 19,1% de la cesta de la compra de los españoles, un porcentaje superior al de los consumidores europeos (17%). Además, en España adquirir alimentos y bebidas no alcohólicas es un 4,3% más barato que en la media de la Europa de los 28 y un 3,7% más económico en el caso de los alimentos.
Así lo recoge el segundo número del «Observatorio sobre el sector agroalimentario español en el contexto europeo. Informe 2018«, que añade que la posición relativa de España mejora al considerar las bebidas, ya que los consumidores españoles pueden comprar bebidas no alcohólicas y alcohólicas un 9,5% y un 17,4% más baratas que los consumidores europeos, respectivamente.
Este informe ha sido presentado este miércoles por el presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde, junto a Fernando Miranda, secretario general de Agricultura y Alimentación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación; el catedrático de Análisis Económico de la Universitat de València y director adjunto del Ivie, Joaquín Maudos, y el director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar, Roberto García Torrente.
En concreto, este trabajo desvela que la comercialización supone el 37,6% de la actividad agroalimentaria de España, y supera el peso relativo del sector primario (31,1%), así como de la industria de la transformación (31,3%). En la UE-28 la comercialización (40%) tiene un peso mayor que en España que se compensa con la menor contribución de la agricultura y pesca (26,4%).
Maudos, quien ha desgranado los datos más destacados del informe, ha señalado que “el sector agroalimentario español prosigue su crecimiento por cuarto año consecutivo en la generación de valor añadido”. Así, en 2018 supuso el 9,2% del total de la economía española, ascendiendo el VAB del sector agroalimentario ampliado a 100.742 millones de euros, incluyendo toda la cadena: sector primario, transformación y comercialización, lo que supone medio punto más que el año anterior.
En concreto, España es la quinta economía del sector agroalimentario de la Unión Europea, aportando el 11,4% del VAB del sector agroalimentario europeo en 2017, un peso por encima del 7,7% de la economía española en el total de la UE-28, lo que deja patente la mayor especialización de España en este sector.
Los seis países principales productores agroalimentarios (Alemania, España, Francia, Italia, Países Bajos y Reino Unido) aportan el 71% del valor añadido agroalimentario de la Unión. Pero desde la crisis en 2008 hasta el último dato disponible 2017, España presenta el segundo menor crecimiento acumulado del VAB real, ligeramente superior al de Italia, tanto sin considerar la distribución (3,9%) como teniéndola en cuenta dentro del sector (11,9%).
Esto se debe al comportamiento de la industria de la alimentación, bebidas y tabaco que, aunque muestra una notable recuperación post crisis, todavía no ha alcanzado los niveles registrados en 2008. Así, el comportamiento de la industria de la transformación neutraliza en cierta manera la evolución del sector primario, cuyo crecimiento acumulado es el más alto (15,7%) y muy superior a la media europea (3%). Por su parte, el sector de la distribución agroalimentaria española es el tercero más dinámico en términos de VAB real entre los principales países productores, por detrás de Países Bajos y Reino Unido, con un crecimiento acumulado del 25,9% en los últimos nueve años.
Empleo y productividad
Tal y como destaca el informe, el sector agroalimentario español da empleo a más 2,4 millones de personas, prácticamente la mitad de estas trabajan en la distribución. En 2018 el empleo en el sector agroalimentario aumentó un 0,8%, encadenando cinco años consecutivos de crecimiento. Si se compara con el entorno europeo el empleo en el sector agroalimentario de España se incrementó en 2017 un 1,7%, 0,5 puntos porcentuales por encima de la cifra de la UE-28, el segundo país con mayor incremento solo por detrás del Reino Unido (2%).
España aporta el 9,5% del empleo del sector agroalimentario de la UE-28, lo que la sitúa en cuarta posición, gracias al peso de la distribución agroalimentaria (12%, tercera economía europea), seguida de la industria de la transformación (quinta economía de la UE, con el 9,2%) y del sector primario (con el 7,4%, cuarto país). Por último, cabe destacar que tanto en España como en la UE-28, el 32,2% y 38,3%, respectivamente, de los empleados tienen 50 años o más, lo que es un claro indicador del envejecimiento del sector.
En cuanto a la productividad real por ocupado del sector agroalimentario español, en 2018 asciende a 39.982 euros, un 29% menos que los 56.435 euros del total de la economía. No obstante, existen importantes diferencias entre los tres componentes del sector, siendo la industria de la alimentación, bebidas y tabaco con diferencia la actividad más productiva (56.312 euros), con un nivel similar al total de la economía. En cambio, las productividades del sector primario (41.645 euros) y de la comercialización (32.952 euros) están por debajo del sector agroalimentario en su conjunto, así como de la economía.
En 2017 (último año disponible en la comparativa internacional), la productividad del sector agroalimentario español es un 57,9% más elevada que en la UE-28 y un 27,8% mayor si se incluye también la distribución. En los últimos nueve años el sector agroalimentario español respecto a la UE-28 ha registrado una ganancia relativa de competitividad, ya que la caída acumulada de los costes laborales unitarios (-5,2%) ha sido más intensa que a nivel europeo (-4,5%). Además, es un sector mucho más competitivo que el de la Europa de los 28 ya que sus costes laborales unitarios son un 21% más reducidos.
Comercio exterior
En 2018, las exportaciones españolas de bienes agroalimentarios han alcanzado una cifra de ventas de 49.502 millones de euros, lo que representa el 16,9% del total de las exportaciones de la economía española. Por su parte, las importaciones de productos agroalimentarios alcanzan los 37.384 millones de euros y suponen el 11,4% del total de bienes importados a nivel nacional. En consecuencia, el sector arroja un superávit comercial de 12.118 millones de euros.
De este modo, España es la cuarta economía exportadora de productos agroalimentarios de la UE-28, aportando el 9,4% del total, y la sexta economía importadora al concentrar el 7,1% de las importaciones agroalimentarias de la Unión Europea. El principal mercado de las exportaciones agroalimentarias españolas es la UE-28 a la que se destina el 73,9 % del total exportado. Estados Unidos (3,8%) y el mercado asiático (5,1%) son los principales destinos no comunitarios.
Las frutas y los frutos comestibles son los principales productos agroalimentarios exportados por España y suponen el 17,7 % del total sectorial en 2018. En el caso de las importaciones, los pescados, crustáceos y moluscos adquiridos por el mercado español concentran el 16,8% del total de productos agroalimentarios importados.
Por otra parte, las 17.644 empresas exportadoras agroalimentarias suponen el 8,6% del total de empresas exportadoras de la economía española. Tras 12 años consecutivos de crecimiento, en 2018 ha caído la cifra un 7,4%.