La actividad de Coca-Cola en España generó en 2024 un valor añadido de 6.951 millones de euros a la economía nacional, lo que representa el 0,44 % del Producto Interior Bruto. Así lo refleja el Estudio de Impacto Socioeconómico elaborado por la consultora internacional Steward Redqueen, que analiza el alcance económico, social y medioambiental de la compañía a través de sus dos principales entidades: Coca-Cola Iberia y Coca-Cola Europacific Partners Iberia.
Según este informe, el gasto de los consumidores en bebidas de Coca-Cola en España ascendió el pasado año a 9.200 millones de euros, equivalentes a 2.900 millones de litros vendidos. «De cada euro invertido en estos productos, 76 céntimos revierten en la economía nacional, ya sea de forma directa o a través de la cadena de valor que involucra a proveedores, distribuidores y puntos de venta», señaló Albert Pérez, director financiero de Coca-Cola Europacific Partners Iberia, durante la presentación del estudio celebrada en Madrid.
“Hace más de 70 años que producimos las bebidas de Coca-Cola en España. Somos una compañía global cuyo origen, operaciones y cadena de valor son locales. Los datos muestran que nuestras actividades tienen un importante impacto en las comunidades en las que estamos presentes, en este caso en España. Gracias a nuestras seis plantas de producción en el país y los cuatro manantiales ubicados en pequeños municipios del norte de España, así como a las 58 oficinas comerciales repartidas por todo el territorio, somo capaces de poner en marcha una cadena que no solo deja una huella económica, también impacta en la sociedad”, explica Pérez.
Empleo y vertebración territorial
El impacto de Coca-Cola no se limita al ámbito económico. La compañía es también un agente dinamizador del empleo, con 109.137 puestos de trabajo generados en 2024, de los cuales 3.937 son directos. La ratio es especialmente significativa: por cada empleo directo, se crean 27 empleos indirectos, lo que evidencia el fuerte efecto multiplicador de la empresa sobre el tejido laboral español.
Su huella industrial se compone de seis plantas de producción y cuatro manantiales repartidos por el norte del país, a los que se suman 58 oficinas comerciales que aseguran cobertura en la práctica totalidad de los 8.132 municipios españoles, incluyendo zonas rurales o de baja densidad poblacional.
Esta capilaridad ha sido posible gracias a una inversión acumulada de más de 300 millones de euros en los últimos seis años, de los cuales 65 millones se destinaron a mejorar infraestructuras y procesos durante 2024. «No ha habido una planta concreta que ha recibido estas inversiones, sino que se ha distribuido para mejorar todas ellas», asegura el director Financiero, quien ha señalado tres ejes fundamentales de inversión: mejora de la capacidad, soporte a la innovación e inversión en sostenibilidad.
Además, la compañía destinó 1.500 millones de euros a compras a proveedores locales ese mismo año, apoyando así a la industria nacional.
Por su parte, Pedro Fernández, director de Asuntos Públicos, Comunicación y Sostenibilidad de Coca-Cola Iberia, subrayó que “somos una compañía que se ha convertido en un actor más de nuestra comunidad. Nos enorgullece liderar un sector que, según Anfabra, contribuye en su conjunto a la economía española con más de 10.700 millones de euros. Juntos creamos empleo, riqueza y valor social”.
El informe destaca que Coca-Cola opera en España como un ecosistema económico con efecto tractor sobre múltiples sectores, desde el agroalimentario al logístico o el hostelero. Con una red de distribución que alcanza más de 310.000 puntos de venta, la compañía vertebra parte del canal horeca y retail, tanto en núcleos urbanos como en zonas rurales.
Las cifras avalan este papel estratégico. En conjunto, la actividad de Coca-Cola generó en 2024 un impacto económico indirecto de 6.426 millones de euros, muy por encima de los 525 millones de valor añadido generado de forma directa. Esta diferencia subraya el peso que tiene su cadena de suministro y distribución en la economía nacional.
Compromiso social y ambiental
El informe también pone en valor el compromiso de Coca-Cola con las comunidades donde opera y su apuesta decidida por el desarrollo sostenible. En materia social, destacan iniciativas como GIRA Mujeres y GIRA Jóvenes, que ya han beneficiado a más de 22.700 y 8.500 personas respectivamente. También destaca el voluntariado corporativo, con 8.700 horas dedicadas en 2024 por los empleados de la compañía.
Una de las claves de su impacto es la identificación previa de las necesidades de cada territorio, realizada en colaboración con entidades expertas y administraciones locales. A partir de este análisis, se desarrollan programas adaptados a las realidades locales, como los acuerdos con el Cabildo de Tenerife o el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, en el marco de iniciativas como Hostelería #PorElClima.
Este último programa ha permitido a más de 15.000 bares y restaurantes implementar más de 240.000 acciones para reducir su huella ambiental, contribuyendo así tanto a la sostenibilidad como a la rentabilidad de sus negocios.
En paralelo, el proyecto Mares Circulares, iniciado en 2017, ha movilizado a más de 54.000 voluntarios y ha logrado recoger 2.600 toneladas de residuos marinos en playas y costas españolas. Esta iniciativa también ha tenido un importante componente educativo: más de 93.000 personas han recibido formación en sostenibilidad, llegando a un total de 230 municipios.
“El objetivo es seguir impulsando la resiliencia de las comunidades, promoviendo la empleabilidad, la equidad y el desarrollo rural, mientras trabajamos para preservar el entorno en el que operamos”, concluyó Fernández.