Abordar el desperdicio de alimentos por parte de los consumidores sigue siendo un desafío tanto en la Unión Europea como a nivel mundial. En 2021, en la UE se desperdiciaron alrededor de 131 kilogramos de alimentos por habitante, prácticamente la misma cifra que el año anterior.
En total, la UE produjo 58,4 millones de toneladas de desperdicios de alimentos, que incluyen partes comestibles y no comestibles.
Entre todos los grupos económicos, los residuos domésticos representan la mayor parte: el 54% del total de residuos alimentarios, el equivalente a 70 kilogramos por habitante. El 46% restante fueron residuos generados hacia arriba en la cadena de suministro de alimentos: el 21% en el grupo de fabricación de productos alimenticios y bebidas (28 kilogramos), el 9% en restaurantes y servicios de alimentación (12 kilogramos), el 9% en la producción primaria (11 kilogramos) y el 7% en el grupo minorista (9 kilogramos).