Pascual ha dado a conocer su “Compromiso Bezoya”, donde integra todas sus iniciativas, a lo largo de su cadena de valor, para cuidar el medioambiente y favorecer la Economía Circular y que tiene como uno de sus primeros avances el lanzamiento al mercado de sus nuevas botellas elaboradas en su totalidad de plástico reciclado (rPET).
Este compromiso responde al propósito de la compañía “Dar lo mejor para el futuro de la alimentación” que sitúa la sostenibilidad integral como pilar estratégico de su negocio responsable, según ha destacado en un comunicado, en el que explica que el “Compromiso Bezoya” se sutenta en cinco pilares: origen, envasado sostenible y residuo 0, producto, movilidad sostenible y reciclaje; posiciona a la marca como abanderada de una sostenibilidad total en toda la cadena de valor.
Como destaca Javier Ribera, director general de Bebidas y Distribución de Pascual, “el cuidado del medioambiente forma parte del ADN de la compañía desde sus orígenes hace más de 50 años. El Compromiso Bezoya refleja nuestro empeño por no reutilizar más recursos sino utilizar los que ya tenemos y consolidarnos como la marca de agua líder del mercado”.
En concreto, en cuanto al origen, la compañía destaca la preserva de la biodiversidad del entorno de su manantial situado en la Sierra de Guadarrama a través de Red Natura 2000, principal instrumento europeo encargado de la conservación. Asimismo, su agua nace de acuíferos subterráneos. Por tanto, no realizan ninguna acción de extracción mecánica y llega a los hogares pura, sin tener contacto con el exterior.
El segundo de sus compromisos, que hace referencia al envasado sostenible y residuo 0, se basa en apuesta de la empresa por la construcción sostenible de sus plantas, el uso de energía de origen renovable y trabaja para dar una segunda vida a sus residuos, a la vez que fomenta la economía local. Así, su planta de Ortigosa del Monte cuenta con la certificación LEED Plata de garantía de sostenibilidad, otorgado por el Consejo de la Construcción Verde de EEUU, que valora aspectos relacionados con la eficiencia energética, el uso de energías alternativas, la mejora de la calidad ambiental interior, la eficiencia del consumo de agua, el desarrollo sostenible y la selección de materiales.
Además, el consumo de energía de la nueva planta es un 33% inferior a un edificio de referencia de las mismas características y para la construcción también se ha primado el uso de materiales de origen local y reciclado. Además, el 100% de la energía eléctrica utilizada en sus plantas proviene de fuentes de origen renovable y tienen residuo cero a vertedero, es decir, el 100% de los residuos que se generan en sus plantas tienen una segunda vida. Asimismo, el vínculo con la producción local ha constituido una seña de identidad desde los inicios. El 100% de sus compras son a proveedores locales españoles. Así, generan 185 empleos directos, y más de 1.000 empleos indirectos.
En cuanto los productos, Pascual destaca que buscan un “envase sostenible y con menos impacto”. Su ambición es ser la marca de agua más responsable a lo largo de toda la cadena de valor. Por ello, lanzan al mercado botellas de 330 y 500 mililitros hechas 100% con plástico reciclado. Además, este año 2020 sus botellas de 1,5 litros y de cinco litros ya tendrán un 50% de plástico reciclado. Y en 2022 todas sus botellas serán de rPET, un reto muy ambicioso que se adelanta al marco legislativo europeo.
Bezoya lleva utilizando plástico reciclado desde 2017. Desde entonces ya ha reutilizado 2.437 toneladas, el equivalente a 100 millones de botellas de 1,5 litros. Desde 2014 también ha eliminado un 10% de plástico de sus envases, ahorrando 5.800 toneladas de este material; es decir, 237 millones de botellas de 1,5 litros. Al final su objetivo es no utilizar más botellas de plástico, sino reutilizar las que ya existen
También envasan parte de su agua en tetra brik y están trabajando en un brik más sostenible con materiales mayoritariamente procedentes de fuentes renovables, siendo la única marca que cuenta con una oferta tan amplia de envases. En este sentido, Ribera subraya que “nuestro departamento de I+D+i trabaja, a diario, en la búsqueda proactiva de materiales alternativos y sostenibles para ser la punta de lanza del sector. Porque debemos trabajar el hoy y traer la innovación del mañana”.
Respecto al compromiso por la movilidad sostenible, la compañía recuerda que sus vehículos comerciales son híbridos enchufables y 100% eléctricos y emiten la mitad de CO2 y 10 veces menos óxidos de nitrógeno y partículas que un vehículo promedio en España. La renovación de su logística de larga distancia ha supuesto una reducción del 12% en las emisiones de Partículas y Óxidos de Nitrógeno. Su objetivo a corto plazo es que el 70% de las mercancías se muevan en camiones sostenibles.
Por último, Pascual se ha propuesto el objetivo de conseguir infinitas vidas de sus botellas, las cuales son 100% reciclables en el contenedor amarillo. Y, gracias al reciclaje, el pasado año reutilizaron 84 millones de botellas 1,5 litros, es decir, 2.065 toneladas de plástico. En 2020, su objetivo es devolver al ciclo 187 millones de botellas de 1,5 litros, es decir, dejar de utilizar 4.600 toneladas de plástico. En 2022 todo el plástico utilizado en sus botellas será reciclado.
Tal y como señala Javier Ribera, “creemos firmemente en que se puede crecer manteniendo como eje primordial la sostenibilidad, apostando por la mejora de la calidad en todos los ámbitos y siendo fieles a unos valores”.