En la estela de la transformación ya presentada por Amstel Original, ahora renuevan su imagen Amstel Radler, Amstel Radler 0,0; Amstel 0,0 y Amstel Clásica, con su nueva variedad tostada. El objetivo, señala la compañía, es ir a lo esencial, respondiendo a características visuales positivas para el consumidor actual, como la simplicidad o la funcionalidad, estableciendo un juego bicolor que distingue a la gama fácilmente.
El nuevo etiquetado estará presente en el canal de alimentación y hostelería para todos los formatos (lata, botella de quinto, tercio y litro, así como packs de producto). Y conservan su imagen actual, tan icónica, las premium, como Amstel Oro y su versión 0,0, o Amstel Radler Tostada, también con su versión 0,0.
El cambio en el etiquetado se inspira en la transformación que presentó Amstel Original en octubre, con un diseño que ha recibido una gran acogida según los test realizados, donde los consumidores habituales afirman preferirlo al anterior y recibe una alta puntuación incluso por los no consumidores, quienes admiten un incremento significativo en la intención de compra.
Según las consultas realizadas, esta nueva imagen consigue varios objetivos: mantiene la visibilidad y reconocimiento del producto, al tiempo que transmite aspectos como modernidad, diferenciación y calidad.
Por un lado, incorpora el nuevo logo de la marca, más sencillo y con su forma característica esférica. Por otro, juega con un diseño bicolor donde prima el contraste del blanco con los colores distintivos de cada variedad: el amarillo de Radler, el verde de Clásica, el azul de la 0,0 y el rojo de Amstel Original. Esto permite reconocerlas y diferenciarlas de un solo golpe de vista.
Además, se destacan sobre el envase elementos clave como los ingredientes, el respeto al medioambiente, la variedad o la gradación, junto a la frase ‘el sabor de hacerlo bien’, expresión de la apuesta de Amstel por un consumo responsable e informado.
Otra de las claves de estos cambios en el envasado y etiquetado es que conecta directamente con uno de los elementos que definen la esencia de la marca, una concienciación medioambiental que Amstel comparte con el consumidor contemporáneo.
Como parte integrante de la familia cervecera de Heineken España, Amstel trabaja para “hacer cervezas que le gusten a las personas y al planeta”, lo que le llevó a adelantarse varios meses al cumplimiento de la ‘Ley de Residuos’, que busca impulsar la economía circular, mejorar la gestión de residuos y luchar contra la contaminación.
La gama Amstel ya incorpora el uso de plástico retráctil 50% reciclado en sus embalajes. Por otra parte, el cartón de todos sus packs proviene de fuentes 100% sostenibles. Es decir, que proceden de bosques gestionados de forma responsable, controlando la deforestación.
Pero Amstel va más allá, pues trabaja la sostenibilidad de sus envases y embalajes de manera holística. Por ejemplo, ha aplicado una reducción de materiales en las latas y botellas de Amstel, aligerándolas. Esto facilita su reciclaje y agiliza los transportes, contribuyendo a reducir emisiones.