La acumulación de stocks alimenticios en puntos de venta se ha convertido en un importante problema que implica una sobreexplotación de los recursos naturales, una importante generación de residuos y facilita el desperdicio alimentario.
A este respecto, la consultoría Evvo Retail ha elaborado este año 2020 su primer “Estudio sobre acumulación de alimentos en puntos de venta”. Se trata de un análisis realizado en clave local que permite extrapolar los datos a otros ámbitos y extraer conclusiones que invitan a una profunda reflexión en un momento en que toman especial relevancia la sobreexplotación de los recursos naturales para las grandes producciones alimentarias, el uso incontrolado del agua o la deforestación de las grandes reservas verdes del planeta, entre otros.
Para hacer este análisis, se ha elegido un elemento de amplia presencia en las superficies de venta, como son las cajas de cereales. Este es un producto siempre presente en estos espacios y se puede adoptar, a la vez, como un ejemplo extensivo al resto de alimentos que se acumulan en los supermercados. En cuanto al municipio de estudio elegido ha sido una ciudad media, Igualada (Barcelona), con una población cercana a los 40.000 habitantes y una superficie total de venta que se aproxima a los 19.000 metros cuadrados, repartidos en una treintena de establecimientos clasificados dentro del llamado «Sector cotidiano en régimen de autoservicio» (datos del año 2018).
Acumulación de alimentos
A lo largo de los meses de diciembre de 2019 y enero de 2020, Evvo Retail realizó el recuento de todos los cereales envasados almacenados en los supermercados de Igualada. La conclusión es que, de manera permanente, los establecimientos de esta capital de comarca tienen disponibles un total de 15.105 cajas de cereales, sin contemplar los cereales envasados únicamente en bolsa ni tampoco los formatos pequeños.
Esto, teniendo en cuenta un peso medio aproximado de 400 gramos por cada envase, supone más de seis toneladas de cereales siempre a la venta en un municipio de las características mencionadas. Extrapolando los datos a todo el ámbito catalán, si se tiene en cuenta que hay cerca de 3.800 supermercados, hipermercados y tiendas de autoservicio (datos del año 2017), esto supondría que en toda Cataluña hay permanentemente en stock de más de dos millones de cajas de cereales, con un peso total de 810 toneladas.
Si, en cambio, se hace la extrapolación en función del número de habitantes, los datos se disparan aún más. Si por 39.967 habitantes (datos del año 2018) hay 15.105 cajas en stock, por más de 7,4 millones de habitantes se puede calcular un total de más de 2,3 millones de cajas y un peso total aproximado de 1.300 toneladas.
Reflexiones y alternativas
Este estudio, realizado con un solo producto y en una única población, permite, sin embargo, hacer reflexiones de un alcance mucho mayor, señala Evvo Retail. ¿Cuál es el stock total de producto envasado y permanentemente disponible en estos establecimientos como, por ejemplo, zumos y refrescos, bollería, lácteos, conservas, bebidas alcohólicas, cosmética o productos de limpieza?.
“Esta sobreoferta, que se incrementaría si se contemplara también el género que hay en los almacenes y en las centrales de distribución, implica inevitablemente una sobreexplotación de los recursos naturales y una importante generación de residuos (algunos reciclables, otros no)en los diferentes procesos de producción, envasado, transporte, venta y postventa”, destaca la consultoría, que añade que “recuperando el caso de estudio, las cajas de cereales, cada producto implica un envoltorio de cartón impreso reciclable y una bolsa interior no reciclable, lo que provoca una destacada generación de residuos”.
Además, este abundante stock es de difícil asimilación por parte de la población antes de su fecha de caducidad, por lo que se contribuye al despilfarro alimentario. ¿Es, pues, necesaria tanta acumulación de alimentos en los puntos de venta? ¿Es sostenible la cantidad de producto que acumulamos en los países del primer mundo, en relación a las necesidades alimentarias de los países subdesarrollados?. Del mismo modo que ha sucedido en las últimas décadas en otros productos y sectores, como la música o el cine, también se intuyen cambios de mentalidad y hábitos en los consumidores y, en consecuencia, ello ha de llevar hacia un cambio en la manera en que los supermercados venden los productos.
Pep Valls, responsable de Evvo Retail, aventura que «así como otros modelos de retail que antes funcionaban como almacenes han sabido evolucionar, los supermercados también lo harán, de hecho ya se empiezan a percibir iniciativas y gestos, tímidos pero prometedores». En este sentido, asegura que «aspectos como la creciente sensibilidad de la población hacia la sostenibilidad, la conciencia social y la responsabilidad colectiva, o la entrada de las nuevas tecnologías en todos los aspectos de nuestra vida, llevarán muy probablemente hacia un nuevo modelo».
Valls afirma que «no resulta difícil imaginar que, en pocos años, se podrán hacer compras personalizadas sin necesidad de un exceso de stock permanente, que los puntos de venta presentarán espacios mucho mejor optimizados si conseguimos racionalizar la volumetría y la forma de los actuales embalajes o que la compra online será una opción que ganará mucho más terreno respecto a la compra presencial».