Heineken estima que a consecuencia del efecto de la pandemia por el Covid-19 sus ingresos netos en el primer semestre del año en términos orgánicos se reduzcan un 16,4% debido a una disminución orgánica del 13,4% en el volumen consolidado total y una disminución orgánica del 3,6% en los ingresos netos (beia) por hectolitro. En concreto, señala que el volumen de cerveza disminuyó orgánicamente en un 11,5%.
“Como se esperaba, el impacto de la crisis del Covid-19 se profundizó en el segundo trimestre de 2020. Después de un punto bajo en abril, el volumen comenzó a recuperarse gradualmente en junio a medida que se levantaron los bloqueos en todo el mundo y los clientes restauraron los inventarios agotados”, ha explicado la cervecera, que señala que el volumen de cerveza fue el más afectado en las regiones de América y África, Medio Oriente y Europa del Este.
Asimismo, estima que el beneficio operativo (beia) disminuya orgánicamente en un 52,5% mientras que el beneficio neto caiga un 75,8%. Además, las partidas excepcionales incluirán alrededor de 550 millones de euros de deterioro en activos tangibles e intangibles.
“En la primera mitad de 2020, los mercados y negocios de Heineken se vieron significativamente afectados por la pandemia, con una volatilidad e incertidumbre sin precedentes que llevaron el 8 de abrir a la retirada de la previsión para 2020”, ha destacado Heineken, que añade que “a pesar de estos desafíos a corto plazo, sigue confiando en su capacidad para capear la crisis mientras continúa construyendo un futuro brillante”.