El Parlamento Europeo tiene previsto votar una resolución, el próximo 14 de febrero, para mejorar las reglas comunitarias sobre protección y bienestar animal durante el transporte. Esta actualización urge una mejor aplicación de las normas, más sanciones y una reducción de los tiempos de viaje permitidos.
Cada año se transportan millones de animales entre Estados miembros y dentro de estos, así como a terceros países, a lo largo de grandes distancias, para su cría, engorde y sacrificio, así como con fines de entretenimiento, para competiciones y como animales de compañía. Entre 2009 y 2015, el número de animales transportados en la UE se incrementó en un 19%, de 1.252,1 millones a 1.492,8 millones. El transporte de cerdos, aves de corral y caballos aumentó, mientras que el de rebaños, ovejas y cabras disminuyó.
De acuerdo a los datos que facilita el Parlamento Europeo, los viajes largos, de más de ocho horas, perjudican a los animales, que se encuentran en espacios reducidos y se enfrentan a cambios de temperaturas, alimento y agua limitados y al movimiento del vehículo. Contar con instalaciones inadecuadas o viajar en malas condiciones meteorológicas pueden enfermar a los animales. Además, los controles fronterizos, en los que la grave falta de medios se traduce en largas colas y unas temperaturas excesivas, les causan un gran sufrimiento.
Los eurodiputados defienden que los viajes de más de ocho horas deberían reducirse y buscar soluciones alternativas al transporte de animales vivos, como el transporte de productos cárnicos, embriones o espermas. También proponen la construcción de instalaciones de sacrificio y de procesadoras de carne económicamente viables en los Estados miembros de modo que los animales puedan ser sacrificados lo más cerca posible de su lugar de cría.
También piden estipular una definición completa de lo que constituye “aptitud para el transporte” para evitar correr más riesgos. Los eurodiputados recomiendan el uso de los avances tecnológicos, como los sistemas de geolocalización, para poder monitorizar la localización de los animales. Piden a los Estados miembros que realicen más inspecciones de los viajes para evitar infracciones.
El nivel de inspecciones varía enormemente entre los países de la UE, desde cero a varios millones al año. La incidencia de las infracciones varía de cero al 16,6%.
El Parlamento aboga por sanciones más duras como medidas disuasorias, entre las que se incluyen castigos a los países de la UE que no apliquen las reglas europeas. Las empresas que incumplan las normas podrían enfrentarse a prohibiciones de vehículos y embarcaciones inadecuadas, la retirada de licencias de transporte y la capacitación obligatoria del personal sobre bienestar animal.
Para proteger a los animales que se exportan a terceros países, los miembros del Parlamento piden acuerdos bilaterales o prohibir el transporte de animales vivos cuando los estándares nacionales no coincidan con la legislación europea. También demandan áreas de descanso adecuadas en las zonas aduaneras donde los animales puedan comer y beber.