Los centros comerciales y los locales en la calle han experimentado un volumen transaccional de 1.625 millones de euros dese enero y hasta noviembre, lo que supone el 41% de este tipo de transaccional inmobiliaria no residencial.
En los seis primeros meses del año, la inversión en el mercado español de centros comerciales fue la cuarta más elevada del mercado europeo, alcanzando los 890 millones de euros y siendo únicamente superada por Reino Unido (5.325 millones de euros), Alemania (3.449 millones de euros) y Francia (2.678 millones de euros). De esta manera, España supuso el 5% del volumen de actividad registrada en el primer semestre.
Existe un”pipeline” (proyectos cuyos propietarios tienen interés en desinvertir en los próximos seis meses) de superficie alquilable de 2.437.000 metros cuadrados valorados en cerca de 3.500 millones de euros. De esta cantidad, se espera que al menos 600 millones se materialicen antes de finales de año.
Estas son algunas conclusiones de un análisis llevado a cabo desde el área de Real Estate de Deloitte, que analiza anualmente la situación actual y tendencias de inversión en el segmento de centros comerciales en España.
La disminución progresiva de la prima de riesgo, la recuperación del consumo, la reactivación del mercado de financiación y la llegada de nuevos jugadores como las SOCIMI son los principales motivos del ajuste de la rentabilidad media exigida por los inversores para esta tipología de activos inmobiliarios, que en muchos casos han experimentado revalorizaciones significativas de dos dígitos en menos de un año.
En cuanto al perfil de comprador, se observa un efecto sustitución, ya que el inversor de tipología private equity pasa de tener un peso del 43% del volumen transaccionado en 2012 a tan sólo un 10% en lo que va de 2014. Este fenómeno se debe a la llegada de inversores con un coste de capital inferior, que afrontan un plan de negocio bajo una coyuntura de riesgo algo más favorable al ejercicio pasado. Sin embargo, se espera que el inversor Private Equity Real Estate continúe teniendo una cierta actividad inversora, debido al relevante número de proyectos distressed que continúan en el mercado buscando una salida para reposicionarse y afrontar el próximo ciclo.