Como continuación de la actividad desarrollada, durante seis generaciones, por los ascendientes directos de los hermanos Bravo Martín, especialistas en la cría de ganado porcino, surge Jamones Ibéricos Luis Bravo.
Se trata de una joven empresa que aúna tradición y experiencia junto a los métodos artesanos y los medios más modernos para sacar al mercado un gran producto ibérico.
Sus inicios datan de 1980, cuando se comenzó a ejercer labores ganaderas con la cría y el engorde de cerdos, de los cuáles luego comercializaba la manteca y el tocino. Actualmente, el grupo cuenta con 800 hectáreas de montanera, entre Salamanca y Extremadura, y más de 400 cerdos ibéricos que producen unos 800 jamones al año.
Los productos proceden de cerdos ibéricos puros, que se crían en Bogajo y San Cristóbal de los Mochuelos (Cipérez), se alimentan con bellota y cumplen las condiciones necesarias para que sean considerados productos de excelente calidad.