La emblemática casa británica Maldon presenta en Madrid su producto característico: la sal Maldon, que produce desde 1882. Se trata de una sal marina en escamas que procede de los estuarios Blackwater, en el condado de Essex (Inglaterra), extrayéndola de manera artesanal siguiendo los métodos que utilizaban los romanos hace más de 2.000 años.
Miguel Palazuelo, responsable de la marca en España, asegura que la preparación artesanal le confiere “su pureza extraordinaria y su color blanco, ya que no contiene materias potásicas que adulteren su sabor”.
La sal Maldon se obtiene a través de la filtración del agua de mar recogida directamente del estuario. Desde allí se bombea a unas calderas poco hondas de acero inoxidable en las que se hierve lentamente para que se evapore el agua y los cristales se precipiten al fondo. La sal se recoge a mano en un proceso llamado “drawing the pan” para su posterior secado.
Pero no es sólo su método artesanal de elaboración lo que la diferencia de las demás sales sino que también se disuelve en la boca convirtiéndola en el condimento ideal para cualquier tipo de alimento, bien sea carne, pescado, verduras, ensaladas o postres, potenciando los sabores de forma extraordinaria. También cabe destacar su fondo algo dulce, evitando el gusto agrio que se queda en la boca y que muchas veces se asocia a la sal.