Vidrala, empresa especializada en la fabricación de botellas de vidrio y cristal, ha dado a conocer sus resultados financieros de 2021. Los mismos presentan un aumento de su cifra de ventas de un 9,7% respecto al año anterior; es decir una suma de 1.084,2 millones de euros. En divisa constante, las ventas registraron un crecimiento orgánico del 8,2%.
No obstante, su ebitda acumulado durante el ejercicio 2021 ascendió a 267,7 millones de euros, lo que supone una variación en términos reportados del -4,3% sobre el año anterior, reflejando una variación orgánica a divisa constante del -5,7%. Es un descenso ocasionado por las crecientes presiones inflacionistas en los costes de manufactura de vidrio, no reflejadas en los precios de venta.
El ebitda obtenido representa un margen sobre las ventas del 24,7%. Refleja una contracción de aproximadamente 360 puntos básicos sobre el año anterior.
El beneficio neto del ejercicio 2021 ascendió a 145,2 millones de euros. Esto equivale a un beneficio por acción de 4,88 euros, lo que refleja una reducción de un 8,8% sobre el año anterior.
A nivel de balance, la generación de caja obtenida en el ejercicio fue mayoritariamente aplicada, con disciplina financiera, a la reducción de deuda, que como resultado se situó a 31 de diciembre de 2021 en 97,1 millones de euros, un 58% por debajo del año anterior.
Por último, la cotización de la acción de la empresa cerró 2021 en 86,60 euros, lo que equivale a una capitalización bursátil de 2.584 millones de euros.
Desde Vidrala miran con optimismo al futuro, pues consideran que “estamos avanzando en la ejecución de nuestro ambicioso plan inversor iniciado en 2019, que incluye proyectos específicos dirigidos a hacer crecer el negocio, ofrecer servicios diferenciales, reorganizar selectivamente nuestra estructura productiva y desarrollar la sostenibilidad de nuestras operaciones”.
Y apuntan que “esperamos que nuestras ventas progresen con crecimientos anuales sostenidos de doble dígito en los próximos trimestres. No obstante, a pesar de estas sólidas condiciones internas de negocio, las
presiones externas en costes derivadas de un entorno inflacionista que es anormalmente elevado para la industria europea, afectarán inevitablemente a nuestros márgenes en el corto plazo hasta que la coyuntura se estabilice y nuestros precios de venta se adapten”.