La multinacional de productos de gran consumo Unilever ha registrado una facturación en los seis primeros meses del año de 26.126 millones de euros, lo que supone una reducción del 0,9% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.
Asimismo, el beneficio neto atribuido fue de 3.006 millones de euros, lo que equivale a un descenso del 0,8% en comparación con los mismos meses del 2018.
Por divisiones, el negocio de alimentación cayó un 10,9% hasta los 9.995 millones de euros, mientras que el área de productos de belleza aumentó un 6,3% hasta los 10.721 millones de euros y el negocio de productos de limpieza para el hogar se elevó un 7,2% hasta los 5.410 millones de euros.
Por áreas geográficas, las ventas en África si situaron en los 12.195 millones de euros, lo que supone un incremento del 3,9%. En América, por su parte, ascendieron a 8.141 millones de euros, un 0,7% más que el pasado ejercicio y en Europa, sin embargo, se registró un descenso del 11,4% hasta los 5.790 millones de euros.
Tal y como ha destacado Alan Jope, CEO de la compañía, “hemos logrado un crecimiento constante dentro de nuestro rango guiado para 2019, liderado por nuestros mercados emergentes. Acelerar el crecimiento sigue siendo nuestra principal prioridad y continuamos evolucionando nuestra cartera y buscando un canal de rápido crecimiento y oportunidades geográficas, además de abordar los puntos críticos de rendimiento en los que el crecimiento no alcanza nuestras aspiraciones”.
«Para todo el año, seguimos esperando que el crecimiento de las ventas subyacentes se encuentre en la mitad inferior de nuestro rango de 3% a 5% de varios años, una mejora en el margen operativo subyacente que nos mantiene en el camino para la meta de 2020 y otro año de fuerte crecimiento para el flujo de caja libre. Nuestro modelo de negocio sostenible y nuestra cartera de marcas dirigidas a un propósito son clave para brindar un desempeño financiero superior a largo plazo», ha añadido.